Estoy en cuenta regresiva.
Cerrando ciclos y botando lo innecesario.
No quiero más cruces. Ya las he cargado largo rato.
Pero encontré amigos....
y me han hecho tanto bien. Me han acompañado tanto....que si me refiero a Ustedes? Por supuesto!. Tanta ira y rabia no me cabía en el cuerpo, así que grité en estas páginas navegantes.
Que dejado de luchar contra las tormentas. Dejo el timón y me distraigo un rato. Ya sé para dónde van las estrellas. Solo las sigo con mi olfato.
No sé qué continente me depara, pero sé que he crecido en el viaje.
Así que gracias por la compañía. No me iré, pero me daré algunos plazos.
Mil besos.
Más abrazos.
La peor...
Y no te olvides, hermosa hada de los bosques y reina del mar, que debes ser valiente y arremeter contra las olas...
ResponderEliminarLa vida es hermosísima y hasta los viejos trolls son encantadores y siempre cuidarán de ti.
Que los dioses de las buenas estrellas y de las buenas mareas te sean propicios...
Un abrazo.
Keine Angst. Wals und Meer sind in Ruhe, weil mein liebe Troll hat gesprochen.
ResponderEliminarFrohe Weinachten für dich Törich!
Ich kann in einem Augenblick bei Dir ... schau mal! Siest Du?
Est ist urlaubt zu traumen, wiss Du dass?
Abandonar el control y dejar que las cosas pasen y que todo fluya es un gran ejercicio...sobre todo para los que tenemos que disfrazarnos con el delantal blanco pa trabajar...
ResponderEliminarla invito entonces a dejar el timón por un rato y dejarse llevar por la corrientes y los vientos, a ver a qué parajes te lleva esa aventura..
Un abrazo grande desde el sur.
Sin timón y en el delirio...el mejor de los estados...
ResponderEliminarUn abrazo en esta navidad compañera de letras, que a la vuelta de la esquina encuentres todos los tesoros, los más grandes hallazgos, las fuentes de las mejores aguas...
En esta orilla de la rivera nos quedamos los que esperan...
Bella dama, le dejo un fuerte abrazo y muchas felicidades.
ResponderEliminarbuena decisión... También estoy en eso... Hivernando... acompañandome de la soledad... En el bosque hay paz, en el mar intensidad... extraña mezcla, pero sin duda te mantendrá despierta...
ResponderEliminarSuerte en tu travesía... no te desorientes... El viejo timón de roble podría desaparecer... y con eso vuelve la desesperación...
Buen viaje....
Desde el otro lado del muro...
Adeus, Shane...
ResponderEliminarSin querer, me he dado cuenta que me tienes como link dentro de tus contactos, lo cual me parece muy noble de tu parte... Espero poder estar a la altura de las circunstancias...
ResponderEliminarLo que sí me he dado cuenta, es que al pinchar el link, aparece un perfil no disponible, y eso se debe probablemente a que mi blog ya no es claudiopardo.blogspot.com, sino que ahora es claudiopardom.blogspot.com
Quizás algún día, mientras nos tomamos una taza de café virtual, te cuente los motivos del cambio...
Sigue en tu proceso, esto es solo una fe de erratas...
Desde el otro lado del muro
Hola!
ResponderEliminarHace rato que te leo, pero no había escrito.
Nadie sabe lo que nos depara el destino, pero es bueno no saberlo.
Te dejo un afectuoso saludo de fin de año y que este que viene, sea mucho mejor.
Toda la vida es un viaje continuo...
ResponderEliminarInteresante blog en busca de las palabras que logren configurarnos. Espero seguir tus huellas y nos leamos, si además te gusta la poesía, por supuesto :D
Saludos...
y FELIZ AÑO NUEVO...!!!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSolo paso para decirte que eres bellísima...
ResponderEliminarSon mis últimos días de pasar por enfrente del San José. Soy un viejo y translúcido salmón que regresa río arriba a los ardores del origen.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gemidos
ResponderEliminar¡Tranquila! Aún no te agites,
Expandiremos el cosmos
Al filo de esta cama,
Desbarrancaremos caricias
Hasta que se excite la luna,
Hasta que le brote miel
De estrellas en su frente.
¿Darnos prisa?, ¿para que?
Si la noche abotona los gemidos
Empavonando las ventanas,
Y su silencio será néctar de temblores
Que acentuaran el techo.
Empalmare tus pezones fugitivos
En mi boca atrevida,
Diamantes calidos, adictivo
De mis sueños.
Duermen las persianas,
Y tu pelvis y la mía
Ya son un mismo universo,
Pero tus piernas encendidas
Son extensiones del deseo.
¡¡oooh sí!, cuanto fuego prendido
Abrazando a dos cuerpos.
A Eros lo he dejado afuera,
Te quiero tan sólo mía,
Sobre todo ahora que mis sabia
A convertido tus labios en mariposas.
Caes rendida sobre mi pecho,
Sabiendo que la madrugada no descansa
Y aún en mis venas sobra la sangre
Para volver a comenzar
Y hacer de esta cama
Otro nido de rosas y aire.
Autor Victor Rocco