domingo, 28 de junio de 2009

Sentido



Estoy buscándole un sentido al dolor. Para que no parezca en vano como esta madrugada. Va despertando el día de esta noche agitada y se vuelca en mis hombros tu distancia. Caigo yo con los ojos tan abiertos, desconcertada. Sabes, arde como si fuera piel esta alma mía. Quemada y maltratada por tanta palabra, rudeza y cobardía.

La culpa y el miedo nos pisan los talones, acompañan nuestros pasos. Y quiero buscarle un sentido a que amanezca y nuevamente el sol me encuentre llorando. Solo para sanar por un rato el maldito desconcierto de no entender como esta pesadilla nació de un tan bello cuento.....

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jueves, 18 de junio de 2009

Y ni siquiera es Jueves


Sacudiste mi vida como el viento las hojas en ese otoño que aún recuerdo. Mientras la lluvia cae incesante y me susurra al oído que no olvide los momentos vividos. Y mi memoria presurosa y doliente, trata de acaparar cada sonrisa por si acaso este tiempo se acaba. No olvides, no olvides. Desespero en el intento de grabar la sensación de tu mano en la mía y tu abrazo fuerte rodeando mi cintura, mientras caminamos en el frío y sabemos que se nos va otro día. Con emoción veo tu cabeza caer sobre mi hombro, tus ojos se cierran como el telón tras la función de nuestras vidas. Y no logro conciliar el sueño de inmediato, fijándome en cómo tus ojos sueñan, tras los párpados caídos. Te atrapa entonces el sueño, en esa tómbola de la fortuna que gira sin sentido. Despiertas a veces asustado y otras enamorado. Yo sigo despertando para saber si estás todavía. Me pides que lo niegue, que no piense, que camine sin pensarlo, que te engañe por favor otro día. A veces me resulta y otras me pierdo y termino llorando afirmada en tu espalda. Justo ahora escucho a Tiersen y vuelan las hojas de otoño, llueven los sures amados, el mar ruge allá lejos y sigue gris el cielo.
La felicidad es un momento de distracción, dijo un amigo.
Y ni siquiera es Jueves.

miércoles, 10 de junio de 2009

Pequeña

De niña soñaba con este mundo que me regalas en una sonrisa, a mitad del pasillo sin gente, la mirada traviesa algo inquieta, escrutando rápido la presencia de otros ojos que nos descubran como si fuera un juego... pero no. De niña con la risa en la cara, las manos sucias, las rodillas peladas, corriendo disparada escapando de otros compañeros, de pronto me detenía y sentía el pecho alborotado y las mejillas picantes de calor como en un mordisco, justo como después de hacerte el amor. De niña, discutía sobre cualquier cosa, pero nada me distraía del único camino verdadero, que era despertar para estar viva, así de simple y maravilloso... nada más. Y es lo que siento cuando abro los ojos y estás a mi lado, apenas logro abrirlos pero ya estoy sonriendo, mientras beso tu boca y escucho que murmuras que me amas, como en una canción.
Y no existe peso en el alma, la risa no piensa y las manos abiertas... toda yo, lo poco y lo mucho, se abre sin miedo hacia esta luz.

Entonces no sé porqué nos tropezamos a veces, nos decimos adulteces y nos sentimos desencajados sin intención. Por favor , sacude tu cabeza, mírame que estoy a tu lado..mi niña te toma la mano, te mira a los ojos, se limpia la nariz en la manga de la polera, se peina el pelo con los dedos, te sonríe justo ahora y te pide perdón.
Te propongo algo... ¿seamos felices, amor?.