lunes, 26 de noviembre de 2007

Miedo

Soñé que sonreías,
que tu sonrisa se torcía
y hacías esa mueca con tu boca,
como esa que dice que todo es mentira.
Soñé que te acercabas,
que te recostabas a mi lado,
que me dabas la espalda
y tu piel se sentía tan fría.
Estoy despierta, creo que enfermo,
las naúseas en mi estómago,
escalofríos en todo el cuerpo.
Voy al baño y me encierro,
pensé que vomitaría...
pero me quiebro en llanto.

Maldito miedo.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Kiltra


La parte de mi historia que iluminó un hombre llamado Fernando.
Tenía diez años cuando llegamos solas con mi madre de un soleado Brasil a un frío sur de Chile. Ella , mi madre, joven y bella, con una hija de la mano y otra en brazos.
Chile, ese país extraño, había sido mi cuna y estaba en algo que la gente llamaba dictadura. Hasta allí podía entender.
Perdonen la falta de detalles, solo recuerdo que los zapatos que mi hermana llevaba, antes habían sido míos y que no lograba cuadrar en mi cabeza porqué el hombre que más amaba en esta tierra - mi padre- se quedaba allá si nosotras estábamos regresando. Eso lo pude ir asumiendo después y comprendiendo mucho más tarde.
Así llegó una tarde cualquiera en que me vi de vestido rosa - sí, recuerdo el shock de mi primer vestido, yo que andaba de shorts y trajebaño- en la plaza de armas de Concepción. Lo vi desde lejos y algo en mi corazón se emocionó con ese extraño. Mi madre me lo presentó. Se llamaba Fernando. Era español, alto, bello, hablaba tan lindo y me quedé prendida en sus ojos tiernos y su charla divertida. Al despedirnos, me entregó en una servilleta un dibujo y una poesía. No entendí entonces, pero sé y guardo en secreto ahora, que ese hombre podría ser mi padre.
Al correr de los años y sin saber la verdad aún, me lo fui encontrando, así como por casualidad, en cada etapa de mi vida, y siempre sentí que me iba enamorando de cada nueva cana, de sus historias, de sus escritos, de su conversación amena, de su intensa calma.
En mi familia de ingenieros siempre fui una negra - pero alada- oveja negra. En pijama a las tres de la tarde por no soltar un libro. Escribiendo cuentos y poesías en los cuadernos. Siempre viví a ras de tierra.La distancia de quien yo reconocía como padre, me quebraba el alma. Mi madre se casó de nuevo con una copia en escala de Adolf Hitler, quien fue la peor de las torturas y el más duro castramiento para mis sueños y fantasías.
Hace tres años atrás supe toda la historia de amor de mi madre y Fernando - profesor y alumna- que había comenzado antes de que ella siquiera hubiera conocido a mi padre. Al mismo tiempo miré todo para atrás con otros ojos y aquellas cosas de mi historia y de mi ser que no entendía,, calzaron como por magia.
Allí comenzó un periplo que aún no termina.
Fui a ver a Fernando. Todo su pelo blanco, sus ojos brillantes, su palabra encantada, sus historias de viajes, sus libros. Lo vi tan adorablemente bello. Mi Fer venía de vuelta. Vi las fotos de sus siete hijos. Reconocí mis ojos en otros ojos. Lo miré fijo, con todo el amor del mundo... y callé. Lo abracé largo y me fui. Nunca más lo he visto.
Mi madre se separó de Hitler y quedó desvastada. Todos esos años de maltrato casi se llevan su belleza. No pude abrir otra herida. Imaginé los años de llevar ese amor enorme en los hombros, el secreto feroz, la culpa. Solo la abrazo. La sigo abrazando mientras reúne los pedazos de su vida y se pone de pie.
El periplo al que me refiero se esconde tras mis ojos.
El viaje, el mío, la ira, el maldito abandono, han hecho merma en mí. Trato de liberarme de la rabia, del dolor, pero siento que puedo herir tanto.
No soy de nadie.
Nadie me amó lo suficiente.
Soy una hija falsa. Negada o asumida.
Soy la peor mezcla de razas.
Soy la peor de todas.

martes, 20 de noviembre de 2007

Confieso

ESTE BLOG NO EXISTE
Parte de mí se esconde y se revela al mismo tiempo en este espacio.
Nadie entre mis cercanos sabe que existe y por ello se esconde.
Grito lo que se me cruza por el pecho y es por eso que se revela.

SOY UNA ASESINA EN SERIE EN POTENCIA
Cada día es una una lucha recordar para qué me levanto, para qué sano, para quién.
No creo en Dios. Desde que era una adolescente ha crecido en mí la rabia. Tengo una lista secreta del tipo de gente que detesto con toda el alma. Histéricas incontenibles, manipuladores, los que creen que escriben, los que creen que saben, los envidiosos y un largo etc. He ido perdiendo todo aquello a lo que me apego; así las cosas, aprendí a no apegarme a nada.

SANGRO EN TINTA
Soy una devoradora de libros y se me va la vida en cada uno de ellos. Cada cubierta que abro por primera vez hace temblar mi alma. Nada me conmueve más y a nada soy más frágil que a las palabras. Detesto a quienes se las dan de escritores por la vida y ostentan sus pobres logros como si fueran maravillas. Para mí las letras son sagradas. Así seas una bestia capaz de desgarrar la piel con lo que sale por tu lengua o un mago que mezcla pociones con sus dedos, si eres capaz de escribir bien, siempre vas a provocar magia. Con eso no se miente. No se puede.


INCLINACIÓN AL DOLOR
Acabo de terminar La balsa de piedra de Saramago. Qué lucha su ritmo ideofugal y vertiginoso para una ex niña con déficit atencional como yo. Qué bello. Me reí, caminé, dormí bajo la lluvia, conocí parajes extraños, me asomé al borde del mundo, tuve conversaciones alrededor de una fogata, me asombré con pequeños milagros. Al terminar el libro quedé con mi aliento contenido y rompí en llanto.
Esa es otra cosa. Últimamente lloro demasiado. Habiendo mirado en retrospectiva y alrededor mis pasos, fui presa ,hace unas semanas, de una intensa sensación de vacío. Mi familia, mi casa, mi trabajo, mis vestidos. Un temblor en la base de mis zapatos. He tratado de cambiar la idea que se fijó a mi cabeza y que me está quitando el aire. No sé qué sentido tengo yo para mi vida. Puedo justificarme en otros. Adquiero sentido a través de los demás. Pero qué hay de mí.... y cada vez se hace más difícil levantarse de la cama. Finalmente me alimento de la roja energía que te brinda la rabia. Es esta la bendita crisis de los treinta?.


PUTA REALIDAD
Hace tanto calor en este Santiago.Claramente me encanta el sol, pero a veces me cuesta respirar. Moverme.
En las mañanas hago elíptica (un invento parecido a la bici estacionaria, pero de pie) mientras me enchufo a mi MP3. Y solo en las noches, con un paseo por Pocuro, siento que volví a la vida. Hago tantos turnos que creo que moriré un día no de vieja, sino de cansancio. Eso o antes voy a matar a uno de esos pacientes impacientes, ignorantes y prepotentes que tan a menudo me tocan y entonces terminaré feliz y aliviada, clamando porque era una muerte justa, pero siempre tras las rejas. Eso si mi abogado antes no declara locura. Y qué pena, pero cualquier psiquiatra podría decir que eso es cierto.


MALA AMIGA
Arrugo a los carretes, porque cuando me llaman tengo un libro en la mano o una película comenzando o alguien rico a quien abrazar. No salgo de vacaciones con "amiguis" (además me carga la palabra), hablo de minos lo justo y preciso y generalmente solo si tengo trago encima. Amo mi soledad y me resisto a las invasiones (nada que ver, pero si no la han visto, háganlo "Las invasiones Bárbaras", peli francesa ya ni recuerdo director).
Si me pongo triste tiendo al hermetismo y me aislo en forma espontánea. Por ende, solo reparan en mí-si es que reparan- cuando estoy al borde del abismo.
Todo el tiempo tengo una sonrisa pegada en la boca y trato de ser buena. Esto no es por dar una falsa fachada, lo hago de corazón, porque me gusta provocar buena onda a mi alrededor. El problema es cuando, a pesar de toda la buea onda, sale algún hijo de... o alguna víbora y lo destruye todo. Me descompenso. Veo rojo.
No tolero salir TODOS LOS FIN DE SEMANA de shopping. Amo la ropa, pero también el cine, el rugby, el skate, los bosques (ya he hablado de eso), el Cajón del Maipo, y hasta Fantasilandia.


Uff...la hora me apremia.
Y esa es otra cosa, la alemanita en mí me hace puntual, pero la punkie me quitó el reloj para siempre de mi muñeca después de mi graduación.

Un beso. (uno especial para el poeta transhumante que me agita el alma con sus letras....ojo, fue tu cumpleaños y no me avisaste....)

martes, 13 de noviembre de 2007

Adicciones


A las letras.Esas desesperadas, inquietas, que se mueven solas, que alcanzan como caricias o te muerden hambrientas.
Encontrar miradas en la multitud. Mujeres solas, hombres distintos al resto, niños traviesos, abuelos perdidos.
Al chocolate. Bitter o rellenos, crujientes o cremosos, derretidos en mis dedos.
A las mariposas en la guata. Un encuentro fortuito, una carta atrevida, una mirada arrebatadora, una invitación insperada.
Al mar. Y su brisa y sus olas y su sabor y su fuerza y su rugido y su furia y su espuma y su belleza y sus atardeceres, qué digo , sus amaneceres aún mejor ...
A los besos.Los tempestuosos, grandes, húmedos, con dientes, lengua, de cuerpo entero. Los dulces, trémulos, ansiosos y delicados. Los tiernos, tibios, largos y dulces. Todos.
A las manos. Las largas y ansiosas. Las pequeñas y curiosas. Las delicadas y pálidas. Pero mis favoritas, las fuertes, venosas, inquietas, algo toscas, siempre generosas. Y toda el arte que estas maravillosas partes de nuestro cuerpo son capaces de realizar. Desde el tacto, el dolor, el descubrimiento, la ayuda. Escriben y dibujan, moldan y agarran, juegan y sirven.
Y a ti.

lunes, 12 de noviembre de 2007

Escapar


Eran los días que necesitaba escapar.
Poca plata pero hartas ganas de mar y playa. Despertar frente a una terraza acunada por las olas que llamaban a la ventana. Caminar por la arena blanca, mirando como las olas rabiosas revientan en espuma. La bandera dice que nadie puede bañarse, la gente habla de niños desaparecidos, un lugareño me cuenta que esta preciosidad de kilómetros de ancha playa se inhabilitó tras el terremoto. Una placa de tierra se desplazó y desde entonces la ola tropieza y cae brutal, arrasando y socavando la orilla. Me quedó prendida, extasiada, mirando esas olas gigantes, azules, transparentes, desmayándose a mis pies. La playa enorme, vasta, blanca, casi desierta. Y mi sol radiante, enérgico, libre y abarcándolo todo sobre mi cabeza. Mi piel duele un poco,el viento juega con mi pelo, me río. Te miro y sonriendo te digo que esto tiene que ser como el paraíso, cierto?. Sigo riéndome y corro , me caigo, me río a carcajadas, tiro arena al aire, arranco de las olas, le tiro besos al mar, corro más y más río, y tengo las plantas de los pies que arden y la piel salada y desde esta roca te miro de más alto y te grito GRACIAS!!!.
Al segundo día de ceviche y choritos al vapor con harto limón, muero por un helado. Nos acercamos al pueblito y me siento a elegir algún postre dulce para combatir la sal ,que a estas alturas tengo metida en la piel desde los pies a la boca. Única foto digital. Las demás están en la cámara romántica, cuyos rollos aún no revelo.
Hoy me reintegré a mi cotidaneidad. Mi trabajo. Mis pacientes. Mi nido de víboras. A cada rato miraba al cielo buscando ayuda. Ayuda para este pescado que se ahoga de realidad. Aunque realidad, para nosotros soñadores - decía sartre - se nos confunda con desilusión.
Pero la verdad,aún no puedo evitar la sonrisa de felicidad.