martes, 31 de marzo de 2009

Noche



La noche ocultó mis pasos. La bruma fresca rodeando los faroles, la calle que susurraba en silencio. El pasto húmedo, la brisa inexistente, el tiempo suspendido. Abrí mi boca para gritar fuerte, pero solo sentí esta opresión bajo mis costillas. Aquí, detenida donde mis pasos acompañaron los tuyos un día. En momentos como estos, mirarse al espejo en un reto, y a los ojos, sin dudarlo, un dolor de aquellos... pero sigo aquí, terca y porfiada, enojada porque no entiendo, porque no te escucho, porque me faltas. Estoy aquí! repito, ruego... pero solo pasa gente enajenada. Estoy aquí, mascullo apenas y ya me saltaron las lágrimas. Sigue la noche sentada a mi lado, pero ya me cuesta ver lo que pasa. Estoy aquí, aullo con la espalda agitada en oleadas de llanto desatado. Pero esto no cambia y ya no logro ver nada. Se alza la noche y pinta de azabache hasta las estrellas, apaga los faroles, me cubre como una manta. Y tras la negra cortina, siento mi corazón golpeando como nunca dentro de mi pecho. Estás aquí, me susurra al oído y caigo en el sueño de un dolor maldito.

domingo, 22 de marzo de 2009

Mío




De mi abrazo naciste, yo te he creado piel mía. De una bocanada devoré tu aliento,lo sentí húmedo y tibio, dulce y fiero en mi boca. Con mis manos calientes formé tus piernas, largas y duras para que corrieras a mi lado. Tú no existías, amor mío, te he dado vida con el calor de mi cuerpo, he nombrado cada parte de tuya. Yo descubrí rincones para colgarlos en tu espalda. Tu sudor es agua corriendo desde los manantiales. Del fondo mismo de mi tierra.Yo te hice de mí, hombre mío. Tu cuerpo es mi cuerpo, desbocado y apremiante, los deseos contenidos, las imágenes que soñaste.

De mi has nacido, piel mía. De mis ansias y carencias, de mi boca que te dio el alma. Antes de mí, nada. He dicho.

miércoles, 18 de marzo de 2009

Si es que puedes...


Toma tus cerros, montañas, la arena tibia, un montón de hojas mojadas por lluvia de invierno, puentes, caminos, buses de ida y de regreso, aviones surcando el cielo, aeropuertos, estaciones de trenes, terminales llenos. Coloca ante mí todas las distancias, el sonido ocupado del teléfono, la agenda llena, el paso siempre apresurado, la necesidad de tantos. Sigue construyendo ese edificio enorme de sueños, de ideas sin concretar y la madeja de sentimientos que se te escapa de las manos. Llena todo el poco espacio que quede con mil dudas y certezas, con papeles sin llenar, notas, cartas, mensajes, tareas. Ocupa tus días, agota tus noches, llena tus ojos de gente, agita tu corazón de verdades, maltrata hasta anestesiar tus emociones. Patea, reclama, exige y pelea.

Cuando por fin tengas calma... verás que aún me piensas.

lunes, 16 de marzo de 2009

Destino



Lo peor de todo no es sufrir, no es cargar la culpa, no es no poder dormir o tolerar tu mirada, no es no tener hambre, ni es extrañarlo a muerte, no es el dolor de guata, ni soportar el sudor de mis manos constante, no es esperarlo todo el día, ni leerlo y partirme, ni escucharte y podrirme, ni siquiera es no saber qué me depara mañana...

lo peor de todo es que si volviera atrás.... no cambiaría nada.

domingo, 8 de marzo de 2009

Un volcán por tus venas


Te llevo cobijado, cada recuerdo que dejas, en un nido. Ahogado en un grito al medio de mi pecho, ensordecedor y constante, alegre, ardiente y doliente, color rojo fuego y brillante como llamas, llega en azotes de azul hasta mis ojos apagados, abriéndolos como en la primera madrugada. Eres la razón más luminosa de todas mis oscuridades, tus palabras como notas de guitarra en mi alma agitada. Tú ....como la profecía autocumplida de que los sueños se hacen realidad, pero son esquivos...y yo...como la eterna heroína de esta historia admirable y triste, tan llena de estrellas y destellos como de derrumbes y dolores. Me sacudes como todos los acordes de tus canciones, con ese amor incendiario e inagotable que es el tuyo, con esa fuerza poderosa que te robas desde el suelo. La misma tierra que pisas te adora como a su niño, como yo te adoro entre mis brazos. Si tan solo entendieras el amor divino que generas, quemante corre por mis venas, llamándote como en un sueño afiebrado. Mi sueño, mi niño, mi angel, mi motivo, acúnate en mi pecho que te adora sin sentido. Sin final ni principio.Soy la llamarada. Soy el calor que abriga tu espalda. Soy tu piel, tus dedos, tu huella, soy quien guarda tu camino. Amor mío.

sábado, 7 de marzo de 2009

Tozudez, no valentía

Me miras a los ojos encantado,
pensando que soy fuerte,
que tengo una fuerza que tú desearías,
pero estás tan equivocado...
solo soy un montón de heridas.


He llegado a la mitad del bosque y ahora no sé
si caminar hasta el final o volver a la partida.
Y tengo miedo.
Todos los días.
Miedo a fallar en mi intento por hacer bien las cosas,
a que mi conocimiento no baste,
a que mis metas se destruyan.


Pero sobre todos los miedos,
te juro que no hay nada más triste,
que no vuelvas a mirarme
como me miraste hoy día.


miércoles, 4 de marzo de 2009

Cayendo libre

Quiero despertar desorientado no sabiendo que hora es, pero deseando que no termine, que sea eterno el momento en que tu piel toca la mía y yo trato de que toda tu superficie contacte con la mía, no quiero perderme ningún rincón de tu cuerpo y de tu pasión, quiero disfrutarte sin ataduras, solo queriendo más de ti, más de tus caricias, más de tu voz y de tu sonrisa, quiero paralizarme en la contemplación de tu silueta en la noche, quiero enamorarme de ti para guardarte con tal potencia que no olvide mi amor por ti en los años que no estemos juntos, para despues tener el valor y la fuerza para reclamarte aunque te niegues.











domingo, 1 de marzo de 2009

Nada sino tu sonrisa



Algunos días amanecen diáfanos, apenas delineándose sobre las montañas...
Otros simplemente no.
La humedad de la mañana, el cielo cerrándose afuera. El desacostumbrado silencio.
No me extrañó sentir un crujido lejano. Levanté la vista al horizonte al tiempo justo para que me cegara la luz.
Algo se estremeció en mi alma, al mismo tiempo que el ruido se repetía, de nuevo la luz surcaba rauda y entraba ese aire enrarecido desde mi balcón.
Aulló en silencio el recuerdo de mi infancia. Mi bosque amado, mis días de lluvia, las carreras por llegar luego a casa, los saltos en las pozas de agua, la chimenea encendida, la ropa humeante colgada frente al fuego...
Pero luego estabas tú.
Con esa mirada suplicante, los ojos inyectados, las manos algo temblorosas y el grito tácito, desesperado....por favor, por favor.
Va llegando el olor a lluvia. Llueve, llueve, murmuro en una súplica ahogada, sigue el viento entrando, sacudo mi cabeza, evito tu mirada.
Pero sigues estando tú.
Dónde se nos fue la alegría. Cuándo dejé de creer en ti. Cuando decidiste amarme. Y porqué ahora y no cuando te rogaba que te quedaras junto a mi.
Por fin caen las gotas. De a poco, livianas, casi se esfuman al tocar el suelo aún tibio de ayer.
Te abrazo y vamos cayendo en silencio. Las horas son eternas y hay tanto por decir.
Sigue rugiendo el cielo afuera.
Seguimos doliendo aquí.
Sonríes, tocas mi cara.
Se acalla todo al fin.