jueves, 12 de julio de 2012

Las olas



El amor se nos mueve en mareas, se desborda y se retrae con la intensidad de la luna.
Noches tranquilas de mar alta y la lluvia que cae o el frío que azotay sigues estando allí.
Se me turba el corazón de días que pasaron, de noches que no tuvimos, de espera contenida
y renuncias varias. La culpa que no borramos, la costumbre de los años, la dulce indiferencia,
que nunca es tal y nos engañamos. Pulsan las imágenes que alguna vez se grabaron en mis
ojos. Tu cuerpo desnudo a rayas bajo la luz de el faro grande que atravesaba tus persianas
entreabiertas. El frío de la noche en que te toqué por vez primera y tu lengua bautizó cada uno
de mis vírgenes-aún- rincones. Tu llanto entrampado en la culpa. El auto en la berma de la
calle con nuestros cuerpos desatados. La soledad del abandono y la plenitud de sentirme
a tu lado. Siempre miro y quien toma mi mano cuenta una historia por donde me voy
dibujando. Yo he sido, yo soy. Con tanta fuerza que ni el más bravo de los mares.
Con tanta insistencia que ni la más tenaz de las tormentas. Yo soy. En mareas. Yo respiro.
Yo palpito, sangro, bebo, lloro, corro, grito y río.  Y el amor...va y viene con la marea.