lunes, 21 de febrero de 2011

Pecadora


Culposa, busco las razones de tu rabia.
Estuve la mañana entera tratando de castigarme por no se qué delito.
Por ser menos lo que tú quieres y más lo que siempre he sido yo.
No te he fallado. Tú me fallas.
Me amaste así, pero ahora, así mismo, soy un error.
Dulce, demasiado dulce. Suave, demasiado suave. Linda, demasiado linda. Demasiado cuerpo. Demasiado sola. Demasiada risa. Demasiado escribo. O demasiado poco. Demasiada historia. 
No te he fallado yo.
Pero sí me he fallado a mí misma. Muchas veces. Como esta mañana. Buscándome culpas de un pecado que no inventé yo.