viernes, 13 de agosto de 2010

Entrega




Vamos corriendo escaleras arriba, el sol ilumina a rabiar la enorme torre, reímos sin parar mientras los otros quedan atrás y se preguntan cómo podemos...Un árbol de enormes naranjas allá abajo, enciende mi sed. Ya casi llegamos. Al fin en la cumbre, totalmente solos, miramos extasiados el verde infinito, mientras el viento sopla sobre nuestras rubicundas mejillas. Nos miramos y no paramos de reir. El viento casi no deja escucharnos. Tomas mi mano. Risas. Alzamos nuestros brazos. Uno dos tres. Y nos lanzamos en picada hacia el abismo.
Desperté aún sintiendo cómo volábamos, amor mío. Tu mano firme sujetando la mía. El sol. El viento huracanado abrazando nuestros cuerpos. El éxtasis más intenso.
Abracé la almohada que aún tenía tu olor y volví a sentir que volaba. Y me di cuenta que de alguna forma, no es un sueño. Aquí voy, feliz volando, cayendo de tu mano hacia el verde infinito , en medio del éxtasis más profundo de todos mis sueños. Con un árbol de jugosas naranjas esperándonos para saciar nuestra sed, allá abajo.

5 comentarios:

  1. Disfruta el vuelo... planea, respira, alza los sueños, acaricia tus alas con el viento...

    Besos,

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  2. Me quedé en ese vuelo lanzado en picada hacia el abismo, sintiendo que había conquistado la cumbre más alta y sólo podía bajar al suelo...
    Tus relatos son tan poéticos como la mismísima poesía en verso. Tan inspirador que una lo hace suyo.
    Me alegra tu vuelta.

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  3. Ahora es cuando tiene sentido decir "falling in love". Disfrute.

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  4. Que el aire, aire, te dé siempre alas de sueños.

    Y que tus sueños siempre sean de ruiseñores y naranjas...

    Un abrazo.

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