Esto es un bellísimo milagro. Por ahí te escribí que esperaría mil años, junto al mar, tu regreso. Has retornado. Eso signififica que han pasado mil años y, por ende, somos inmortales (me miro al espejo y tengo mil arrugas, pero el corazón es un cervatillo lleno de luz).
Queridisima amiga: Feliz de tu regreso. Para todo los desamores te ofrezco el cobijo de las letras, ya sabes tú cómo curan los versos la mirada cuando se extravían los horizontes.
Los años que dije que te esperaría junto al mar fueron un millón no mil, pues, por ello, una vez más me miro al espejo y, en verdad, tengo un millón de arrugas... Pero soy inmortal.
Mi querida Maga: Vengo aquí a llorar de emoción al verte en mi otro mundo. Tus malas noticias luchan con las buenas noticias de tu regreso. Fito es grande, muy grande. Quizá tan grande como el desamor. Pero el AMOR lo cura todo, o al menos casi todo lo que no puede curar la ciencia. Tú mejor que nadie debe saberlo con esa magia que imprimes en cada letra que escribes. Hoy me curaste de mi tristeza con tu vuelta. GRACIAS. Mentecato es genial. Yo también me siento hoy inmortal. Siempre es bueno encontrar una mano solidaria para recorrer el camino que va desde la esquina del desamor hasta el campo abierto del amor. Me gustan estos nuevos colores que dan luz a tus palabras. Buena elección. Ay...Me quedaría aquí toda la mañana tomando café contigo. ¡Hace tanto que te esperaba!
Una verdad grande como el mundo. Qué bueno que hayas regresado!!! Abrazos.
ResponderEliminarQueridísima M.:
ResponderEliminarEsto es un bellísimo milagro. Por ahí te escribí que esperaría mil años, junto al mar, tu regreso. Has retornado. Eso signififica que han pasado mil años y, por ende, somos inmortales (me miro al espejo y tengo mil arrugas, pero el corazón es un cervatillo lleno de luz).
Un abrazo.
Perdón: Escribí 'signififica'. Léase 'significa'.
ResponderEliminarOtro abrazo.
Queridisima amiga: Feliz de tu regreso. Para todo los desamores te ofrezco el cobijo de las letras, ya sabes tú cómo curan los versos la mirada cuando se extravían los horizontes.
ResponderEliminarUn abrazo firme,
Cass
Los años que dije que te esperaría junto al mar fueron un millón no mil, pues, por ello, una vez más me miro al espejo y, en verdad, tengo un millón de arrugas... Pero soy inmortal.
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ResponderEliminarMi querida Maga:
ResponderEliminarVengo aquí a llorar de emoción al verte en mi otro mundo. Tus malas noticias luchan con las buenas noticias de tu regreso.
Fito es grande, muy grande. Quizá tan grande como el desamor. Pero el AMOR lo cura todo, o al menos casi todo lo que no puede curar la ciencia. Tú mejor que nadie debe saberlo con esa magia que imprimes en cada letra que escribes.
Hoy me curaste de mi tristeza con tu vuelta. GRACIAS.
Mentecato es genial. Yo también me siento hoy inmortal.
Siempre es bueno encontrar una mano solidaria para recorrer el camino que va desde la esquina del desamor hasta el campo abierto del amor.
Me gustan estos nuevos colores que dan luz a tus palabras. Buena elección.
Ay...Me quedaría aquí toda la mañana tomando café contigo. ¡Hace tanto que te esperaba!
Allelujah por este Regreso!!!!
ResponderEliminarBienvenida al ruedo Divina!
¿Sabès que si? Existe el amor después del amor...lo firmo detrás de Fito!
Besazo Diosa, Gracias por regresar y tambièn por esas bonitas palabras que me regalaste!
Todo es posible para quien decide amar y/o olvidar.
ResponderEliminarSaluditos...