sábado, 13 de diciembre de 2008

Waste me

La bendita marejada que me arrastró hasta abajo, me partió la cara contra las rocas, me arañó despiadada contra a arena, me dejó la piel palpitando, roja y herida, la que una y otra vez sabe dónde golpearme, cómo tomarme para que no deje de sentirme en la batalla, que me suelta justo para que tome aire, que me espera hasta que me sienta a salvo y vuelve rauda. La misma que me ahoga me hizo crecer alas, la misma que me las quiebra, las hace ser gigantes y el odio que genera me hace más vulnerable... más vulnerable a este amor inmenso por cada ráfaga de puta vida. Puta vida.
Y cuando despierto, otra vez, otro día, otra vez entiendo y otra vez repito que no hay opción ni salida ni trampa. Esto es. Mi guarida, mis amores, mi familia. Soy la sobreviviente eterna, la vigilante designada, la iracunda madre mujer niña pecadora santa asesina que la marejada guarda.
Y cuando despierto, otra vez, otro día, otra vez entiendo, otra vez repito, lo que siempre olvido: los amo demasiado para rendirme.

14 comentarios:

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  2. Imposible rendirte. Las letras y nosotros sufrirìamos esa ausencia y de la fuerza que transmites en cada uno de tus escritos. Eres la sobreviviente que sable en mano no se amilana ante la adversidad. Abrazos.

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  3. Existen muchos supervivientes que ni siquiera saben que lo son y se dejan arrastrar. Enhorabuena por tu fuerza, por no dejar que la marejada te engulla y se lleve lo mejor de ti (de ella). Tus amores (sus amores), sin duda. Es el pulso que el odio hecha. Pero el amor no se rinde nunca. El amor nos cura las heridas, nos da aliento y nos recuerda que esta puta vida merece la pena vivirse.
    Me gusta venir y saborear tus batallas y convertirme en guerrera de esta bendita marejada.
    Felicidades.
    Un beso.

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  4. Anoche suprimí mi comentario. Lo encontré "una lata".

    A propósito de la rutina, hay un entroncamiento con lo que planteaba Aristóteles al referirse al "dorado punto medio" (nada en exceso). Los hedonistas, más tarde, hablan "conformarse con lo que se tiene".

    Horacio en una de sus odas dice: "auream quisquis mediocritatem diligit, tutus caret obsoleti sordibus tecti, caret invidenda sobrius aula" ("los que prefieren la mediocridad dorada encontrarán abrigo y se hallarán a salvo del precario techo en ruinas y de la envidia de los salones").

    Yo creo que la absoluta rutina es la que mata.

    En mi rutina o "mediocridad dorada" siempre "levanto mi frente hacia la Luna y veo un alto velero" (como decía el poeta italiano Salvatore Quasimodo).

    El poeta español Marcos Ana (prisionero de Franco a los 16 años y encarcelado por muchos años) en la rutina de su encarcelamiento contemplaba por horas las estrellas y, día a día, se hacía poeta...

    Ese es "el reencantamiento de la rutina", como dice la poeta chilena Magda L.

    Mas algún día abominaré de mi rutina "dorada" y diré como Walt Whitman: "Por aquí voy... Todos estos caminos los huello día y noche sin cesar. Visito los huertos de las esferas siderales y contemplo su fruto, contemplo milenios y milenios ya maduros, y milenios verdes todavía. Vuelo por donde volaron las almas fluidas ya desaparecidas y camino más abajo de la sonda. Anclo mi barco un momento nada más y mis heraldos van y vienen sin descanso para enterarme de todo (...) Salto abismos con una garrocha de punta ferrada y colgado de una cuerda desciendo desde el picacho (...) Huyo como el aire. Sacudo mis guedejas blancas con el sol fugitivo, vierto mi carne en los remolinos y la dejo marchar a la deriva entre las espumas de las ondas".

    Un abrazo.

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  5. Mentecato: me dejas estrellitas en los ojos, siempre. Me siento una pequeña encantada por los cuentos de hadas de un brujo mago. Mil besos.

    Luna: Eres tan dulce, tan cercana. Gracias por acompañar el camino, me encanta leerte, visitarte e ir conociéndote entrelíneas.

    Fernando: Cómo juegas con los versos, escribes canciones arrebatadoras, himnos del dolor, del amor y del alma. Gracias por darme la mano!.

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  6. Cuánto me hubiera gustado que tú hubieses sido camarada en los años en que se reunían Teillier, Cárdenas, Stella Díaz, Coppola, etc. Éramos unos magníficos holgazanes llenos de lunas. Los cumpleaños en la casa de Coppola eran surrealistas. En una ocasión llegó Óscar Vásquez (hijo del novelista de la generación del 38 Nicomedes Guzmán) curadísimo y se quedó dormido ante la puerta de la casa. Traía de collares sartas de longanizas (y en los bolsillos de su abrigo más y más longanizas).

    Con Stella Díaz nos metíamos a un figón de Vicuña Mackenna (después de nuestras labores en el diario La Tercera) a beber vino blanco y pasábamos horas interminables conversando de la vida, de libros, del aire, de los ríos, de los sueños incumplidos, del baile de los girasoles...

    En la casa del padre de Therese Bovary y de Lila Magritte (camaradas blogueras), Rolo Cárdenas era el gran animador de las tertulias...

    Fue un tiempo de florescencias y en que "la orquesta me llevaba en giros más amplios que los del planeta Urano", al decir del gran Whitman.

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    Me pongo el collarín de esclavo y comienzo a trabajar en la cantera del día 16 de diciembre...

    Un abrazo.

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  7. A veces creo que me inventas esas historias solo para que no muera de nostalgia de tiempos que no viví. Cómo sabes lo mucho a destiempo que me siento. Atemporal asincrónica, descompasada y adaptada a la fuerza. Soy una muñeca de trapo que llegó como regalo atrasado a un mundo que ya no la deseaba. Pero llegas tú y me tomas la mano y me llevas saltando por un camino de amapolas, donde duendes corren y loros sobrevuelan tu cabeza y reímos todo el camino y estornudo porque de tus mangas caen pétalos de rosas y anís. Gracias mi Mentecato, mi brujo payaso..........
    Te quiero
    Deine Kleine Schwester

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  8. Meine kleine Schwester:

    Me encantó eso de "mi brujo payaso".

    Tu tiempo también es bello, porque te pertenece y, por añadidura, porque tienes el fulgor maravilloso de la juventud.

    Las historias son ciertas y las hay por decenas.

    Una más: Con el poeta Coppola (curiosamente, de la misma familia del director de cine Francis Ford Coppola, el del filme "El Padrino"), publicamos un libro de poemas ("Arquitectura de la búsqueda", 1964 o 1965, con comentario de Rolando Cárdenas) y decidimos, en un viaje "mágico y maravilloso", venderlo hacia el sur tal como lo hacían Pablo de Rokha, Mario Ferrero y otros vates que vivían al filo de la inopia. En Rancagua, como no vendimos ni uno, hicimos el trueque en un bar de mala muerte de 3 libros por una ponchera de vino con duraznos; en Curicó, la linda ciudad de las tortas, recitamos poemas en la estación de ferrocarriles entre las vendedoras de tortas, las que nos regalaron sus productos y nosotros libros y libros; en Linares, visitamos a Francisco Mesa Seco, poeta de Constitución y abogado de la intendencia de esa ciudad, quien nos invitó a un merendero a atacar platos de tallarines con mechada, porque no vio tan famélicos como Don Quijote...

    Y así hacia el sur profundo con un fracaso total en la venta de los libros...

    En San Carlos, en casa de un tío y dueño del diario "El Pueblo", repusimos fuerzas e hicimos paseos a la cordillera (Coppola menciona a mi tío en una de sus novelas, considerándolo un hombre fuera de serie a diferencia de su sobrino (yo)).

    Vueltas y revueltas, terminamos de regreso del sur (y de pasar días en los montes en comunidades mapuches) en el mar de Constitución, lo que da para otro día para no extenderme demasiado.

    Y así va pasando la vida tan rápido como un caballo desbocado.

    Tu brujo payaso...

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  9. el amor me tiene rendida...
    "me entrego al vino porque el munco me hizo así no puedo cambiar"
    un abrazo amiga, espero estar de vuelta un tiempo...
    gracias...

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  10. A pesar del tiempo, siempre mi barco te acompaña, para cuando te hartes de la marejada.
    Rendirte? A bordo te estaremos apoyando ciegamente para que no lo hagas.
    Un angel jamás desmembra sus alas, y las tuyas son hermosas.
    Un beso,escríbeme hermanita, por favor, en mi blog tienes mi mail, por si no lo recuerdas.(excite no va mas)
    Un saludo a mi colega payaso y amigo Mentecato, querido Amigo mejor dicho.

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  11. Vengo jadeante, porque corrí a través de bosques, montes, vastas planicies. Debí cruzar ríos turbulentos; caí desgarrado en densos cañaverales; me persiguieron jabalíes y perros salvajes; un cazador me asemejó a un hombre lobo y me disparó a muerte...

    ¿Y por qué? Pues, vengo a contarte que, según un estudio publicado en Current Psychological Science, la nostalgia mejora la salud, aumenta la autoestima, fortalece los lazos sociales y hace que la vida cobre más sentido.

    Me he puesto a bailar como un nomo ante tan hermosa noticia. Y pensaré en la vieja casa de la infancia cuando nos escondíamos en el granero a inventar cuentos mágicos y maravillosos...

    Un abrazo.

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  12. Mi querida Amiga del alma y compañera de rutas marinas.
    Llego especialmente hasta tu puerto, para desearte
    toda la felicidad que te mereces.
    El Navegante siempre te recuerda.
    Un besito

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  13. Cómo extrañaba esta pasión!!! Me refresca :) Qué alegría. ESte arde y arde.
    Un besote, señora.

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  14. Imposible rendirte. Existen muchos supervivientes. Eres tan dulce. Cómo juegas con los versos. Tu tiempo también es bello. Llego especialmente hasta tu puerto. Cómo extrañaba esta pasión...

    (Un collage de lo que te escriben.)

    Un abrazo.

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