
viernes, 28 de noviembre de 2008
En el balcón

domingo, 23 de noviembre de 2008
Felicidad

Y cuando me río de tus últimas ocurrencias, borracho en la cama, mientras hablamos cómplices en la oscuridad, se me pasan por la cabeza las palabras que me sentencian culpable de felicidad. Pecaré entonces de simple si digo, que prefiero tu beso húmedo en la mañana a despertar de madrugada con las ansias más dolorosas de escribir. Que me desconozco cuando me abrazas por la espalda y siento que está bien. Que está todo bien. Que por fin llegaste a mi vida. Y que tal vez hoy no hay nada que escribir. Porque ya no invento la vida, sino la vamos improvisando entre dos...
sin nada más que decir,
con toda la vida por vivir.
Te amo.
martes, 18 de noviembre de 2008
Piénsame

Cuando el sol se descuelgue y se cuelen las estrellas en tu cielo, cuando la luna rauda entre a tu ventana. Piensa en mí.
Cierra los ojos y búscame con tu olfato, con la yema de los dedos sobre tu piel tibia, el recuerdo de los abrazos ansiosos, la mirada clavada en la memoria, las marcas que dejó tu risa en la cocina, la foto que borraste, el vino decantando en tus labios dulces, la fruta, los disfraces, mis dientes mordiéndote apenas, el café de la mañana, los besos embriagados, la mirada con que me quitaste, para siempre, una parte del corazón.
Envuelve en celofán de colores los momentos que soñamos ( tal vez los vivimos, tal vez los inventamos) y guárdalos pegaditos a tu pecho, allí donde yo posaba mis besos, amor.Y para siempre, cuando me pienses, me verás sonriendo, con las mejillas sonrosadas y los ojos brillando, desde algún rincón. Esta historia no termina, sigue viviendo bajo mi piel, susurrándome al oído- mira qué fresca sigo siendo- que tú me quieres también...
miércoles, 12 de noviembre de 2008
Como de niña

domingo, 9 de noviembre de 2008
Para siempre ebrios en un instante azul

sábado, 8 de noviembre de 2008
De eso se trata

jueves, 6 de noviembre de 2008
Negra primavera

Debiera sentir remordimientos, dolor, miedo, algo...pero solo temo que esto no resulte.
Miro al suelo.
Al menos las ganas de llorar ya pasaron. Malditas hormonas, últimamente lloro por todo.
Lloro de rabia al sentir que mi cuerpo no me obedece, que tomó su propio maldito curso sin preguntarme siquiera. Maldita hereje. Se me fue la alegría, la paz, la fe. Solo quedaba yo caminando el sendero que yo misma construía. Pero ahora hasta la piel me traiciona.