
Grito y te golpeo
los nudillos rojos de rabia
los ojos cansados de llanto
la piel agotada de amarte
el alma adolorida y entregada.
Me dolió maldita bestia,
porqué no paras
porqué no piensas
porqué no escuchas.
Grito y te culpo
miras en silencio,
lloras y me abrazas.
Y dices cómo crees,
cómo crees que voy a dañarte!
por qué estoy aquí, entonces?
por qué estoy volviendo?.
Y yo te digo que no sé
que no entiendo nada hace tiempo
y tú me cobijas en tus brazos,
y la noche llega y lloramos.
La piel llena de hematomas
los ojos llenos de llanto
el sexo rendido
el alma abierta
y por fin entendemos,
que estamos destinados a morir
escribiendo esta historia.
Escribiendo una historia de amor, nada màs ni nada menos. Muy bueno!!! Abrazos.
ResponderEliminarTanta vida, tanta escritura.
ResponderEliminarEres, como Lope de Vega, el ingenio de los ingenios por tu prodigalidad y excelencia.
Un abrazo.
Destinados a morir dando termino definitivo. Haciendo puentes Bestia, yo los armo y tu los decoras maldito animal mio.
ResponderEliminarMe encantó esto!
ResponderEliminarFuerte, contundente.
Abrazo.
Hay historias destinadas a morir desde el principio, y sin embargo se viven con esa ansiedad que da vislumbrar su final desde el comienzo. Inspiradora.
ResponderEliminar