lunes, 23 de junio de 2008

Súplica



Justo ahora, solo quisiera no tener que despertar. No darme cuenta que faltas, que aún quedan vestigios de ti. Tus bototos sucios en la entrada, tus camisas, tu polerón de la universidad, un par de libros que no entiendo, dos cajas enteras llenas de ti. Justo hoy desperté de un salto, las 4 pildoras que tomé no alcanzaron para toda la noche, y de pronto recordé que no estabas. En un segundo sentí en el pecho el peso del mundo.

Justo hoy te grito, te llamo, te pido. Llévame en ti, átame a tu cintura, piénsame hasta gastarme, atrápame entre tus brazos, clávame entre tu pelo, súbeme a tu espalda, sácame, tómame, búscame, muérdeme, sacúdeme, mátame. Llévame en ti, no me dejes nada.

Justo hoy me doy cuenta que yo tampoco estoy aquí.

3 comentarios:

  1. La sensación, y peor, la certeza de perder a alguien...una "tristeza cósmica" como dicen algunos que llevan mas años trabajando...
    ¿que hacer con ese dolor? ¿Qué desafío nos trae el dolor?
    ¿como nos salimos de repasar una y otra vez lo que ocurrió, darle mil vueltas a las mismas conversaciones?
    Es difícil. Y duele. Lo bueno del dolor, es que siempre llega el minuto en que nos deja, y nuestra pega es aprender todo lo posible mientras dura, darle un buen uso a los procesos que gatilla.
    Y ya no me pongo mas latero, y te dejo un abrazo desde el sur.

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  2. Este es mi último comentario hasta agosto.

    Buenísimo texto. Fuerza, pasión, belleza...

    Te echaré de menos.

    Un abrazo.

    (En mi blog está mi despedida.)

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  3. Son los gritos del silencio que despiertan en una mañana de soledad. Abrazos.

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Y tú, ¿qué quieres decir?