martes, 6 de mayo de 2008

Mientras dormías

Creíste que dormía cuando abriste los ojos y me miraste en la oscuridad.
Seguí respirando lento y profundo. Quise engañarte a propósito, mientras mis sentidos afilados inmersos en la noche, percibían hasta los latidos de tu corazón. Tus dedos, pese a tu esfuerzo siempre algo torpes, descubrieron mi cuello, mi pecho y te quedaste allí. Podía escuchar la voz rumiando en tu cabeza. Descifrando si me amabas lo suficiente, si me odiabas tanto, si eran tantas las ansias, si se equivocaba esa sensación nauseosa en la boca del estómago. Maldita prisión. Tu garra llegó a mi cuello y apretaste solo un poco.Sentí tus uñas clavándose en mi piel. Seguí sin inmutarme, apagada y rítmica mi respiración, apostando que la pequeña mueca de llanto en mi mentón no percibirías. Tu mano se abrió y tapaste mi boca y mi nariz un rato. Retrocediste y empezaste a llorar en silencio. Tu pecho se sacudía tan cerca del mío. Tus manos tomaron mis muñecas y comenzaste a apretar. Abrí los ojos sin mirarte, fijando los ojos al techo. Suéltame , bestia, susurré apenas. No me soltaste, apretaste aún más. Tu llanto cada vez más fuerte, tu espalda quebrada. Mírame, ordenaste en un grito ahogado. Toda la rabia de mil años, de todas las vidas, de todos los hombres, de cada noche desvelada, de cada sonrisa no correspondida, de cada pérdida, de cada deslealtad, de cada falta, error, trampa, espera, promesa incumplida, se condensó en una sola mirada. Tiré tan fuerte mis brazos hacia atrás, que tus dedos quemaron mis muñecas.
Me incorporé en un segundo y puse mi cara contra la tuya, mis ojos duros e hirientes, secos y lascerantes en tus ojos rojos y arrepentidos, tristes y estúpidos.
Y reí, reí, reí....
Y mientras tú te apoyabas contra la pared, yo me recosté de nuevo y dormí por fin como un bebé recién nacido.

9 comentarios:

  1. Impresionante y vívido retrato, de lo que un profundo mundo interior, un almita ora tirste, ora alegre por delfines, puede sentir en la oscuridad.
    Un besito, perdida, pero siempre MI QUERIDISIMA Y VALORADA AMIGA DEL ALMA.

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  2. ¡Qué maravilla has escrito! Esta es la gran poesía de la existencia...

    La verdadera vida...

    El milagro del fenómeno humano...

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  3. Guauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu
    Cuanto odio transmites!!!
    Vuela por el aire, se mete en mi piel....
    No, espero que no sea cierto, que solo sea uno de tus excelentes post que me erizan hasta el cuello.
    Me voy pensando...
    Te espero en mi rincon...
    Besosssssssssssss
    Dulce

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  4. Hechaba de menos tus escritos...
    Interesante el juego entre psicopatía-angustia-constricción-libertad con el que juegas, me dolió la guata hasta que terminé de leerlo.
    Un abrazo desde el sur.

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  5. Tremendo escrito en contacto con el alma del poeta que lo escribe
    Saludos desde esta parte del sol

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  6. Saludos,

    Es grato tenerle en el vecindario virtula.

    saludos

    Leo Lobos

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  7. No vivo tan distante de la Plaza Rio de Janeiro. Mi dirección actual es Carlos Antúnez (mi antiguo barrio cuando vine de la provincia a estudiar). Estoy en una pequeñísima habitación que parece una celda de Alcatraz, pero anoche invité, con gran solemnidad, a que entrara el mar y ahora sí tengo vastedad de horizontes. Queltehues y cormoranes sobrevuelan por la habitación y ya me anuncian buenos tiempos y la buena lluvia...

    Sin embargo, debí quemar mis naves, es decir, desprenderme de innumerables libros, los que una bellísima sobrina (la Pancha Herranz) vende en la Feria de las Pulgas que sábado por medio (de 10.00 a 14.00) se levanta frente a la Municipalidad de Providencia. Te doy el dato por si quieres adquirir libros baratísimos...

    De los ya idos: una enciclopedia del mar, Cortázar, Moravia, Sábato, Steinbeck, Machado, Cela, libros de música clásica con cd...

    Para el sábado 24 hay más.

    Mis amados hermanos libros, siempre los llevaré en mi corazón. Gracias a ustedes mi vida se ha enriquecido y llevo la belleza como una gran capa...

    Ortega y Gasset decía: "Leo para aumentar mi corazón".

    Algún día pasearé por la Plaza Rio de Janeiro un ornitorrinco e iré semidesnudo (a la usanza maorí). En mi cabeza luciré plumas del ave del Paraíso y un corso de enanos verdes tocarán en diminutas flautas antiguas canciones de amor...

    Un abrazo.

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  8. Son los volcanes del alma que domitan en cada uno de nosotros. Muy bueno. Abrazos.

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  9. Vengo a visitarte.

    Hoy tuve una pizpireta alegría: De Bach, adquirí los Conciertos de Brandenburgo; a una cafetería pasé por un sandwich de palta y un huevo duro; pensé, al modo de Leibniz, que este es el mejor de los mundos posibles (aun cuando los estudiosos plantean que es el 'mejor' desde un punto de vista matemático y no moral); caminé hasta el diario por el Parque Balmaceda cantando una canción de la infancia; me acodé para mirar las aguas del Mapocho y contemplé el huevo duro (parecía un diminuto planeta de dura nieve); he buscado un poema de Rimbaud que no logro hallarlo (sí recordé uno que dice: "En el invierno viajaremos en un vagón de tren con asientos azules. Seremos felices..."); ya en mi escritorio, pensé que, algún día, escribiré un poema de un estanque con nenúfares (no obstante, creo que podría ser cursi), mejor sería hablar de un vagabundo que aparca autos cuyos ancestros son francoalemanes (es un ser solitario y triste quizá un silencioso mirlo)...

    Pensé en ti a la manera de Leibniz: "Eres la más hermosa de todas las mujeres posibles"...

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Y tú, ¿qué quieres decir?