magda, he pasado por tu blog como quien espía, sin dolor, las rasgaduras de su propia piel. lluevo en la llanura de mi tiempo y en ese andar me reflejo en las pupilas de tus palabras escritas. el ir y venir me trajo hasta aquí. decido quedarme. la tarde se aproxima lenta. te doy un beso de mi.
Que bello guardian tienes en tu espalda!!!! Estoy en lo mismo, me gustaria uno que simbolizara mi vision de la vida......... No es facil, que va!!! Vienes a mi blog?? Te dejo mil besos Dulce
Siempre he recordado la obra de Calderón de la Barca "El gran teatro del mundo".
En verdad, el mundo es un gran teatro.
No recordemos, a pesar de su verdad, el tango "Cambalache": "el mundo fue y será una porquería..."
La locura, nuestra gran magia, es la que nos salva. Esa locura de imaginar, soñar, caminar por el otoño (como dices tú), bailar hasta la madrugada, tocar timbales, comer cerezas hasta embarrigarse, pintarse las manos y la cara de azul y... volar.
Cuando terminé de ver el video de Jorge Teillier en el blog de Navero, tenía los ojos arrasados de lágrimas...
Conocí a Jorge en un bar situado en una casa antigua de la calle Catedral. Era un joven poeta, bellísimo. Vestía un suéter de cuello alto. De maneras ceremoniosas, lúdico, y risa infantil...
Entre otros, estaban Coppola, Cárdenas, Ferrero, Teillier, el Chico Molina (todos poetas ya fallecidos) y el que escribe...
La última vez que vi a Jorge fue una noche en Seminario con Providencia. Iba borrachísimo. Me preguntó:
-Señor, ¿dónde está la Sociedad de Escritores?
Le dije:
-Jorge, soy yo.
Y nos fuimos a la Sociedad. Me impresionaron sus ojos licuosos y vacíos. El verdadero Jorge no estaba más. Desde el mudo corazón del bosque, el bello príncipe volaba hacia el País de Nunca Jamás rodeado de ángeles y gorriones...
Recordé las palabras de Scott Fitzgerald, el portavoz de la generación perdida norteamericana: "Estuve borracho muchos años y después morí".
Y de este escritor estadounidense tomo el título de una de sus novelas. Y digo: esos viejos camaradas poetas eran "hermosos y malditos"...
Veo tus espinas como piel, nunca aprecié espinas tan suaves, como la que esos poros dejan apreciar. Qué pena que te cansese tanto trabajando, que sientas pesadumbres. Cuida bien mejor, ese hipocampo, así veo ese tatoo, qué otro ser podría cuidar tu espalda, descartando que conoces su sinmbología. Nunca lo podría ver ni como un símbolo en idoma foráneo, o un dragón, a quien esté en ese fatuo sitio. Un beso
Me parece mentira mi querida amiga, que aún sigan los tiburones "pescando" ceca de mi barco. Inveterada costumbre, al menos visitan mi blog. Qué pena que nunca se le conocen comentarios, sólo actos de filibusteros de cuartas.
muy bonito el tatuaje,visita mi blog,gracias
ResponderEliminarmagda, he pasado por tu blog como quien espía, sin dolor, las rasgaduras de su propia piel. lluevo en la llanura de mi tiempo y en ese andar me reflejo en las pupilas de tus palabras escritas.
ResponderEliminarel ir y venir me trajo hasta aquí. decido quedarme. la tarde se aproxima lenta. te doy un beso de mi.
Lindo eso de elegir guardianes.
ResponderEliminarde tatuajes no se mucho, asique solo paso a este para saludarte.
La vida está llena de círculos y umbrales. ¿Cuándo empezarás a soñar con tu luz?
ResponderEliminarUn abrazo.
Que bello guardian tienes en tu espalda!!!!
ResponderEliminarEstoy en lo mismo, me gustaria uno que simbolizara mi vision de la vida.........
No es facil, que va!!!
Vienes a mi blog??
Te dejo mil besos
Dulce
Como la armadura de aquellos caballeros andantes. Abrazos.
ResponderEliminarsexy..
ResponderEliminar¡Qué alegría leer tus líneas!
ResponderEliminarSiempre he recordado la obra de Calderón de la Barca "El gran teatro del mundo".
En verdad, el mundo es un gran teatro.
No recordemos, a pesar de su verdad, el tango "Cambalache": "el mundo fue y será una porquería..."
La locura, nuestra gran magia, es la que nos salva. Esa locura de imaginar, soñar, caminar por el otoño (como dices tú), bailar hasta la madrugada, tocar timbales, comer cerezas hasta embarrigarse, pintarse las manos y la cara de azul y... volar.
Un abrazo.
Retorno. Es mi sempiterno retorno. Quizá el tiempo sea esférico, como un eterno baile. Y en el tiempo esférico estén todos los tiempos...
ResponderEliminarY esté todo nuestro pasado, nuestro presente, nuestro futuro (todo el amor, todos los sueños, todos los caminos...).
Pero sé con certeza que en cada uno de nosotros está toda la belleza.
Como bellísimo es tu texto de comentario para "Siempre te veré en mis sueños".
Y aunque pasen todos los años, todas las galaxias, toda la eternidad y yo me haya convertido en el viento austral, "siempre te veré en mis sueños".
Entonces, mantenlo alerta.
ResponderEliminarOtra vez. En el blog de Alberto Navero hay algo sobre Jorge Teillier.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cuando terminé de ver el video de Jorge Teillier en el blog de Navero, tenía los ojos arrasados de lágrimas...
ResponderEliminarConocí a Jorge en un bar situado en una casa antigua de la calle Catedral. Era un joven poeta, bellísimo. Vestía un suéter de cuello alto. De maneras ceremoniosas, lúdico, y risa infantil...
Entre otros, estaban Coppola, Cárdenas, Ferrero, Teillier, el Chico Molina (todos poetas ya fallecidos) y el que escribe...
La última vez que vi a Jorge fue una noche en Seminario con Providencia. Iba borrachísimo. Me preguntó:
-Señor, ¿dónde está la Sociedad de Escritores?
Le dije:
-Jorge, soy yo.
Y nos fuimos a la Sociedad. Me impresionaron sus ojos licuosos y vacíos. El verdadero Jorge no estaba más. Desde el mudo corazón del bosque, el bello príncipe volaba hacia el País de Nunca Jamás rodeado de ángeles y gorriones...
Recordé las palabras de Scott Fitzgerald, el portavoz de la generación perdida norteamericana: "Estuve borracho muchos años y después morí".
Y de este escritor estadounidense tomo el título de una de sus novelas. Y digo: esos viejos camaradas poetas eran "hermosos y malditos"...
Veo tus espinas como piel, nunca aprecié espinas tan suaves, como la que esos poros dejan apreciar.
ResponderEliminarQué pena que te cansese tanto trabajando, que sientas pesadumbres.
Cuida bien mejor, ese hipocampo, así veo ese tatoo, qué otro ser podría cuidar tu espalda, descartando que conoces su sinmbología.
Nunca lo podría ver ni como un símbolo en idoma foráneo, o un dragón, a quien esté en ese fatuo sitio.
Un beso
Bello, intimo...
ResponderEliminarTe abrazo.
MentesSueltas
Me parece mentira mi querida amiga, que aún sigan los tiburones "pescando" ceca de mi barco.
ResponderEliminarInveterada costumbre, al menos visitan mi blog.
Qué pena que nunca se le conocen comentarios, sólo actos de filibusteros de cuartas.