jueves, 18 de octubre de 2007

Pequeña historia para despertar

De mañana.

Estaba dormida, los ojos cerrados, pero sentía que estabas despierto. Me mirabas.

"No puedo" dijiste en un susurro.

Abrí los ojos y te miré.

"Qué cosa?" te pregunté con voz adormilada.

"Contarte las pecas"


Me reí tanto que casi me caigo de la cama.

5 comentarios:

  1. Esta es la poesía de lo cotidiano, de los diminutos universos que estallan en los geranios y en las ventanas. Es el susurro de un corazón que es el grito azul de la noche más amada, o río, o nube, o pasos añorados que se esperan durante siglos...

    ¿De cuántos naufragios, cuchillos turbulentos, huesos que son flautas y horizontes, mareas, días olvidados detrás de puertas solemnes, opios, cisnes, cantos de gitanos enamorados, urdimbres, cines rutilantes, esquinas llenas de amigos está hecha la vida?

    ¿Y por qué te amamos, vida mía, vida tuya, vida de todos los mundos que giran por las calles de esta ciudad de encuentros y desencuentros interminables?

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  2. Me gustó este cuento, incluso tiene un aire haikú, captar el momento, sin darle tantas vueltas...la vida se vuelve mas hermosa cuando logras eso.
    Un saludo desde el sur de Chile...

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  3. que suerte, no? que te cuenten las pecas, que sepan dónde están tus lunares, que tengan favoritos y predilectos. amanecer, atardecer.
    un alma privilegiada.

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  4. que suerte, no? que te cuenten las pecas, que sepan dónde están tus lunares, que tengan favoritos y predilectos. amanecer, atardecer.
    un alma privilegiada.

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  5. Nada mejor que despertar con una sonrisa en los labios, pero mejor aún... nada mejor que despertar con alguien que provoque esa sonrisa...

    A todo esto una vez casi morí por una sobredosis de sueños.... exceso de realidad??? naaaa, para qué?

    Desde el otro lado del muro... He querido contar pecas

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