domingo, 28 de octubre de 2007

I JUST DON`T KNOW WHAT TO DO WITH MYSELF


Aún no es mi cumpleaños, pero ya estoy recibiendo regalos.

Una historia sobre garzas como amores en un ensoñado Estambul.

Un mp3 para mis momentos de gimnasio, caminatas y letras.

Y aquí estoy. Prendida como una llama bajo influencias de acordes estruendosos de los White Stripes y preguntándome en qué ciudad del planeta se esconde quien espera por señales aladas en una ciudad con nombre de mil y una noches.

Me libero de mis sandalias,mis jeans y el famoso minivestido azul de turno, que extrañamente se parece a uno que tuve como a los 5 años. Me dejo caer de espaldas sobre mi cama, con los brazos extendidos cual alas y cierro los ojos.

Antes de obedecer a mis padres y ocupar mi bendito e iluminado cerebrito en las ciencias, estuve a punto de arrancar con mi madrina a NY. Desde allí, con pocas pilchas y menos plata, nos embarcaríamos en la aventura que ella finalmente realizó sola.

Entonces hoy cierro los ojos y al abrirlos estoy allí, justo como ella me relató en sus decenas de postales. En medio del central park, un calvo en shorts cantando ópera, estudiantes en bicicleta, señoras con sus perros. Y don sol mirándome y aplaudiéndome, a mí, solo a mí. Y la brisa, la levedad de mis pasos tan lejos de casa, todo como un precioso papel de celofán envolviendo el mi perfecto regalo de mi libertad, de mi maldito atrevimiento. Aquel que no tuve a los 18 y hoy se me escapa entre los dedos.

Solo que ahora el camino hacia mí misma, está lejos de unos tickets de avión.....

3 comentarios:

  1. Es hermoso leerte. Si escribieras en chino mandarín, te traduciría. Si escribieras en swahili, kingwana, monkhmer, uzbeko, tongano, tayiquistaní, tai o siamés, tamil, buscaría traductores, o ángeles, o pequeñísimos nomos (no monos) por las bibliotecas del planeta para poder leerte...

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Hola, vine de lo de mentecato a conocerte...

    tanto de lo que dices me hace sentido... una vez estuve muy lejos

    a veces cuando uno no sabe qué hacer con su vida lo mejor es justo eso, no hacer nada por un rato... y al cabo de no mucho se esboza algún camino, o por lo menos se descartan otros

    ResponderEliminar
  3. Visitas.
    Me encantan esas visitas que te sorprenden, que traen sonrisas y un momento rico para compartir con el té. Allá fuera una tarde de primavera y los gorriones improvisando.
    Gracias por pasar.
    No olviden esta puerta...

    ResponderEliminar

Y tú, ¿qué quieres decir?