lunes, 21 de febrero de 2011

Pecadora


Culposa, busco las razones de tu rabia.
Estuve la mañana entera tratando de castigarme por no se qué delito.
Por ser menos lo que tú quieres y más lo que siempre he sido yo.
No te he fallado. Tú me fallas.
Me amaste así, pero ahora, así mismo, soy un error.
Dulce, demasiado dulce. Suave, demasiado suave. Linda, demasiado linda. Demasiado cuerpo. Demasiado sola. Demasiada risa. Demasiado escribo. O demasiado poco. Demasiada historia. 
No te he fallado yo.
Pero sí me he fallado a mí misma. Muchas veces. Como esta mañana. Buscándome culpas de un pecado que no inventé yo.





10 comentarios:

  1. Querida M. estoy en medio de la alegria de tu regreso y la incertidumbre que arrojan tus palabras. No puede haber culpa en "ser", y nunca es "demasiado", mientras seas fiel a tu esencia y no al espejo que otros han creado.
    "Tu hogar eres tú".

    Un fuerte abrazo

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  2. Siempre te busco en la distancia y en la cercanía de tus palabras.
    Culpa-castigo. ¿No fue la iglesia quien lo inventó?
    Pero hay una mañana que una deja de culparse o/y de culpar y ¡ay, entonces! Entonces ya podemos ser nosotros mismos.
    Me alegra saber que sigues escribiendo.
    Te imagino siempre como la maga que cura.
    Un beso.

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  3. ¡Bravo! Creo que todas alguna vez hemos cometido el Pecado de “por mi culpa”, nos hemos retorcido buscando las razones de la sinrazón y hemos flagelado el alma con un silicio colmado de reproches. Creo que bajar del altar a ese dios caprichoso y cruel es la primera acción. La segunda es subirnos nosotras e inventar un nuevo credo.
    Besazos y Bienvenida nuevamente al ruedo!

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  4. Estamos de fiesta en esta ronda de escribas: ha regresado una de las hadas màs brillantes. Bievenida sea!!! Abrazos.

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  5. Cassandra. gracias por tus palabras, hermanita de letras.

    Carmen: Luna llena, gracias por tu compañía siempre.

    Susana: Magnífica siempre, me ruborizan tus elogios.

    Fer: La fiesta son ustedes, divinos.

    A todos: los visitaré pronto en sus casas-páginas.

    Besos
    M.

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  6. He llegado a la colita. Bienvenida, carísima.

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  7. Meine kleine:

    Durante el estío vinieron a Santiago desde su hermoso Buenos Aires Fernando y su esposa Cecilia. Nos juntamos una tarde en el Coppelia de Providencia a tomarnos un café helado. Fue una velada mágica: charlamos, reímos, etc. Por añadidura, antes de tal acontecimiento, me encontré con un sobrino nieto (de 12 años) que caminaba cabizbajo y triste porque no le alcanzó el dinero para comprar unas tenis que él quería. Le dije su nombre y se asombró de verme. "No te preocupes, Tomás. Yo te pago las zapatillas". Además quería un jockey y también se lo regalé. ¡Qué niño más feliz! De ahí me acompañó a encontrar a Fernando...

    Me sentí algo nostálgico, porque regresé a mis antiguos barrios (ahora vivo hacia el centro en un departamento entre Santa Rosa y San Francisco, cuyas características son la profusión de peruanos, ecuatorianos, haitianos, venezolanos, colombianos, estadounidenses. Apodé el edificio como "Las Naciones Unidas". Hay una señora limeña de un pequeño merendero, "El rey del churrasco peruano", que cada vez que paso me saluda "Adiós, mi amor". Y eso me encanta y me pone alegre).

    Habría sido gratísimo haber compartido contigo esa bella tarde con Fernando y Cecilia.

    Un abrazo.

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  8. "Soy un error".

    Así nos sentimos de cuando en cuando.

    "No te he fallado yo".

    Eso, por desgracia, se nos olvida.

    Memoria selectiva y masoquista.

    Bicos de pecados y tabaco.

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  9. Loca de patio: los cimientos del mundo están hechos de la materia de tus huesos. Las raíces de los pocos árboles que van quedando están hechas de los cabellos que se te caen en la ducha cada mañana.

    Pequeña esponjita, absorbe solo lo que viene de tu interior y manda la puta madre a todo aquel que arrugue si quiera un poco la nariz. Tu lo dijiste “No soy de nadie, soy mi propia dueña, son solo míos mis pasos”. No se trata de caminar sola, se trata de tener la certeza de tus palabras, y como dijo Jodorowsky, “caminar solo por amor a los pasos”.

    Eres una especie en extinción y al resto del mundo le cuesta entenderlo, aun mas, poder vivir con eso.

    Cuídate mucho. Un abrazo infinito

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  10. Esa cosa de culparse, de buscar cual es tu responsabilidad.
    Hace rato que descubrí que culparse es una forma de tener el control de las cosas, a los humanos nos molesta ver y darnos cuenta lo poco y nada que decidimos a diario...
    No mas culpas, no si no son tuyas.
    Un abrazo sureño.

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