lunes, 6 de abril de 2009

Cosa


Te miré uno de esos días tras el ventanal. Las manos en los bolsillos y la sonrisa dulce pegada a la piel. La espalda siempre recta y ese gesto tuyo de inclinar la cabeza y entrecerrar los ojos cuando quieres decir algo de verdad. Y lo supe como si de siempre, como si develado de pronto, como si la certeza me hubiera estado esperando hace un buen tiempo atrás. Y el corazón se me entibió de repente y mis manos temblaron un poco y entendí que no había vuelta atrás. Tú eras mi hombre todo este tiempo...amor, te lo prometo, solo es cosa de saber esperar.

5 comentarios:

  1. Qué regalo tan bello, amiga mía. Tiene una dulzura que conmueve los caminos del alma. Abrazos.

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  2. y habrá alguien que les enseñe a amar....

    y cuando el camino ya está transitado???..

    la rosa marchita... sigue siendo bella????...

    y que pasa cuando te has marchado al otro lado del muro?....

    a ver... a ver...
    perdona mi rabia... no... no tengo que pedir disculpas por sentirla...
    los niños no lloran...

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  3. Sólo paso a dejar un beso y me retiro en silencio...

    MentesSueltas

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Y tú, ¿qué quieres decir?