miércoles, 4 de febrero de 2009

Esperar


Me senté sobre la cama, bien apoyada la espalda en la pared. Apretando mis rodillas contra mi pecho que bramaba, acusando el dolor. Tratando de no perderme tus movimientos, tus miradas disimuladas, mientras buscabas las ùltimas cosas que te quedaban en cada cajón.
Me seguías mirando cuando bajaste a buscar qué se yo qué cosas y seguiste clavándome miradas cada vez que pasabas por el corredor.
Y yo seguía observando tu espalda y tus manos nerviosas y tu cara de culpa y esa mueca que torcía tu rostro, como quien no puede decir adiós.
Apilaste bolsas y bolsos y cajas en la puerta. De nuevo volviste a la habitación.
Me miraste angustiado y por fin pudiste hablar.
¿Por qué me miras como me miras, qué pasa por tu cabeza, amor?, preguntaste como rogando, como luchando, como pidiendo, como limosnando, como suplicando perdón.
Es que por más que te miro-respondí-por más que trato de entender...en vez de verte partir, solo pienso lo mucho que me costará volver a ordenar tus cosas, cuando decidas regresar.

8 comentarios:

  1. Me conmueven y me duelen tan profundamente tus magníficos escritos, hermanita mía.

    ¿Por qué a la vida no la hacen durar indefinidamente entre amores y desamores?

    Ya al adulto mayor lo enrielan por ámbitos secos de afluentes y maravillas, sin comprender que el corazón es un sempiterno cervatillo loco. Yo continúo enamorado y enamorándome, con las chavetas sueltas, casi sin tornillos, cantinflesco, medio alado, saltimbanqui bailarín, de besos desatados, lagrimeando algún desamor que rodó hacia los acantilados...

    Me recuerdo, otra vez, de Whitman: "El que camina una sola legua sin amor, camina amortajado hacia su propio funeral".

    Un abrazo de hermosas islas.

    ResponderEliminar
  2. Texto brillante y certero. Sin desperdicios. Abrazos.

    ResponderEliminar
  3. Y por qué lo hacemos tan difícil todo. Y por qué se va para volver, y por qué le duele su partida si sabe que volverá y por qué por qué por qué. Perdona pero en el borde mismo de la cama leo tu texto.
    Desde luego mentecato está certero. Quién pudiera hacer realidad sus palabras y las de Whitman!!
    Será que esta noche me pilla cansada.
    Como siempre te digo, tus poemas son arrebatadores. Cada palabra, cada gesto.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  4. El regreso, continuar un camino, escribir uno nuevo con aromas ya conocidos, tal vez.
    Existe una gran diferencia entre acción y movimiento.

    Tienes una pluma bellísima. La delicadeza es una bendición muy escasa pero que tú que derrochas con holgura. Se agradece.

    Saludos

    ResponderEliminar
  5. Hola chica,
    no pienses en su regreso,
    no sufres por su marcha,
    piensa con alegria,
    que se despedia a tiempo,
    antes que era imposible,
    antes que los lazos sean irrompibles,
    agradezca al chico
    que te deja otra oportunidad
    para pensar y
    vivir tu propia vida!!!!!!

    suerte para tu futuro!
    un beso

    (me gusta mucho tu blog)

    ResponderEliminar
  6. Como siempre, me pierdo...y cuando regreso, me encuentro con tus maravillas, escritas con esa sinceridad brutal, son máscaras, a cuero pelado.
    Y que tanto si decides esperar? Hay alguien poniendo nota de lo que haces acaso?
    Hay que hacer lo que hay que hacer, esa es la cosa.
    Un abrazo desde el sur!!!

    ResponderEliminar
  7. Que triste es cuando la presencia se aleja, cuando nos deja ese objeto de nuestros afectos, cuando nos falta angustiosamente lo cotidiano y nos sobran caricias y espacios, que triste es cuando todo esto nos sabe a eternidad.

    De las cosas que lamento son las razones de tu verso, es elegante y sincero, íntimo, mas dolido y manante de sensibilidad. Quisiera leerte prodiga de sensaciones placenteras y no de agraz. Sé que no es consuelo, y menos en estos momentos, pero recuerda que los aspectos relacionales de la humanidad dependen de ciertas sutiles sincronías, y que esos afectos (y doy un salto de fe un poco para mí también) volverán cuando ambos estén listos, idealmente con ese rostro y presencia. Serse fiel es lo que queda, y vivir intensamente lo que sea que toca, ¿acaso vale la pena hacerlo de otra forma? Llora tus muertos, vive tus lutos, vomita tus malestares. Estaremos para leerte.

    Dijeron antes “Tienes una pluma bellísima. La delicadeza es una bendición muy escasa pero que tú que derrochas con holgura. Se agradece.” Y tienen razón.

    ResponderEliminar
  8. Meine kleine Schwester:

    ¿En qué lado del Universo andas?

    En mi lado, veo pasar camaleones, lentas nubes, escaleras que suben a los sueños, navegantes alucinados, antiguas palabras de bronce, locas con pies en la luna...

    En fin, los días se arrumban y se liquidan 2 por 1.

    En fin, las tabernas son el único Universo de los enanos y de los encantadores de serpientes...

    Súbitamente, me convierto en un camaleón...

    ResponderEliminar

Y tú, ¿qué quieres decir?