martes, 13 de enero de 2009

Eva


No se acaba nunca la inocencia...
tras cada sueño derrocado por la vida,
se nos expulsa de un pequeño paraíso.
Tomando otro fruto sagrado
del conocimiento del bien y el mal.

4 comentarios:

  1. Somos un montón de sueños rotos

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  2. Leeré con más detención este poemita corto pero profundísimo y hermético...

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  3. ¡Qué hermosa definición de la inocencia!
    Me quedo con ella.
    Un beso inocente.

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