domingo, 23 de noviembre de 2008

Felicidad

" La gente feliz no tiene historia" dijo Simon de Beauvior.
Y cuando me río de tus últimas ocurrencias, borracho en la cama, mientras hablamos cómplices en la oscuridad, se me pasan por la cabeza las palabras que me sentencian culpable de felicidad. Pecaré entonces de simple si digo, que prefiero tu beso húmedo en la mañana a despertar de madrugada con las ansias más dolorosas de escribir. Que me desconozco cuando me abrazas por la espalda y siento que está bien. Que está todo bien. Que por fin llegaste a mi vida. Y que tal vez hoy no hay nada que escribir. Porque ya no invento la vida, sino la vamos improvisando entre dos...
sin nada más que decir,
con toda la vida por vivir.
Te amo.


8 comentarios:

  1. Tus letras me ponen nostálgico. Demasiado quizá. Siempre entre sueños (como si navegara a dos aguas), recuerdo a las mujeres que me amaron...

    Y recuerdo al poeta Jorge Manrique en sus Coplas:

    ¿Qué se fizo el rey don Juan?
    ...
    ¿Qué se fizieron las damas,
    sus tocados, sus vestidos,
    sus olores?
    ¿Qué se fizieron las llamas
    de los fuegos encendidos
    de amadores?

    Revisando la internet, encontré el nombre de la hija de mi bella italiana que se fugó en una noche de turbulencias y relámpagos con galán de galanes y procreó tres hijas. Ella, la hija, hizo un doctorado en disciplinas de alta ciencia.

    Si hubiera sido mi hija, habría sido una pálida equilibrista de circo, una soñadora en un barrio de Nueva York, una pintora de los canales y de los molinos de Holanda, una aventurera hacia el Polo Norte, una astrónoma buscando cada noche el planeta del Principito, una escritora de cuentos chinos, una bella maga, una actriz de las obras de Tennessee Williams o de Ionesco, una posesa milagrosa, una cuidadora de gansos y venados, una princesa al fondo de los espejos, una inspiradora de misterios. Quizá la voz salvaje de todos los poemas...

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  2. Tómame como tu hija, tu peqeuña hermana, tu aprendiz, la niña de manos con tierra que te acerca pequeños tesoros en el parque, los ojos tímidos tras el velo. Tienes sembrado el mundo con pequeñas iluminaciones de ti, mago. Y eres el aire que alimenta muchos fuegos. Un abrazo gigante.

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  3. En delirante ceremonia te nombro, oficialmente, "Meine kleine Schwester", en alemán.

    En japonés, "niwa, yukí, ame, kumori kireena san" ("la bella dueña de los jardines, de la nieve, de la lluvia y de las nubes").

    En griego clásico, "je kalé méter tes filías kai ton ródon kai ton kosmou" ("la hermosa reina de la amistad, de las rosas y del universo").

    Un abrazo (und Danke).

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  4. Es una de las más bellas declaraciones de amor que he leído y sentido. Porque sólo lo que se siente, se comprende.
    Y creo que la gente feliz tiene historia. Sólo que es una historia feliz. No sé si puede durar toda la vida, pero mientras dura parece que lo será.
    Tengo que leer el bello comentario de mentecato con detenimiento.
    Saludos

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  5. Una divina declaración de amor. Tiene la hormosura de las rosas en flor. Abrazos.

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  6. qué lidno... qué romántico


    me encantó, se me puso la piel de gallina

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  7. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  8. Bendito sea el hombre que despierta estas palabras. Y Bendito el milagro de amor que las echa a volar. Saludos encantados.

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