Desarraigada, desgarrada. Del sur, de su palpitante verde, de la lluvia perenne, de sus lagos magníficos, de el canto glorioso de sus rìos. De la selva, de los helechos, de la madre tierra. Nos toca a todos irnos de casa para crecer.
Escapar, volver un momento al vientre, lamer las heridas, cobijarse, descansar. Sanar.
Rodeando el lago Caburga, profundo y calmo, color plata. La lluvia transformándose en nieve, el sonido del agua.
Solo sonrisas.
Nos lo prometimos y lo cumplo, hoy fue un buen día para morir.
PAISAJE NUEVO
ResponderEliminarmira como la niebla se escurre por tu cuerpo y marca con pequeñas gotas tu contorno.
despues de muchas horas el camino abre una ventana nueva en el paisaje, afuera el día apenas se asoma entre la bruma...
ahora que apenas aparece la vida frente a ti y a tu lado una mirada como la tuya te dice madre y te sonrie...
descubres que nada termina en realidad, que cada paso es un inicio y cada inicio el principio de algo que termina.
ahora... ahora es solo el pasado que se pinta de futuro
ESTEBAN GIL NAVA
komosteatro1@yahoo.com.mx
gracias por estirar la mano
la tomo y te compartó mi popesía
Y resucitar mil veces sin esperar tres días para seguir queriéndonos.
ResponderEliminarPrecioso tu blog.
Un saludo
Jesús Domínguez
Para volver a nacer, vencer a esa vida antigua, vencer un mundo completo, para salir y abrir las alas (como dijera Herman Hesse) .... Pero siempre, siempre es bueno regresar a ese refugio, a ese lugar, lamer heridas, pensar, cobijarse, pensar un momento pues tarde que temprano tenemos que salir de nuevo y enfrentar al mundo, quiza un mundo nuevo y ahora desde una nueva perspectiva....
ResponderEliminarUn saludo, alla invierno, aca verano...
"Los jugadores de Rugby de los atletas son más inteligentes del mundo, que otra persona se atrevería a jugar con una pelota ovalada"
ResponderEliminarLuis Manuel Ramalhosa
http://eboraguebijuvenil.blogspot.com
El placer de retornar al vientre no tiene precio. Abrazos.
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