jueves, 17 de julio de 2008

(Des) Encuentro


Café Mosqueto.
Solo unas pocas palabras antes.
Apenas una fotografía. y tus escritos. y los míos. dios se apiade.
Cómo pude reconocerte si nunca te había visto. Te sentaste frente a mí.
No sé si nos saludamos. Creo que fue una mueca entre la sonrisa y el miedo.
Nos sostuvimos la mirada un momento.
"Sabes", dijiste, "esto es un error...no recuerdo haberme sentido así antes. Desencajado."
"Tal vez tienes razón", susurré. Y me tomaste la mano.
"Tengo...." , alcanzaste a decir, pero te tapé la boca.
"No quiero saber", dije y destapé tu boca, "dejémoslo así." Me puse de pie y salí caminando. Doblando la esquina sentí que atrapabas mi muñeca y te pusiste frente a mí. Tu respiración rápida, tu aliento en mi boca. No dices nada." Vamos", te digo, "y acabemos con este juego de una vez."
Cerramos la puerta y me atrapaste contra ella. Tus manos temblaban, se inscrustaban tus uñas en mi espalda, en mis muslos.Enredé mis dedos en tu pelo y lo jalé con fuerza. Me tiraste sobre la cama y nos desvestimos con rabia. Te besé, mordí y arañé, y tú gemías y me apretabas con fuerza para que yo gritara. Acabamos agotados. Yo sobre tí y tú tapándote la cara.
Me senté el borde de la cama. "Vete, date una ducha"- dije- "llega luego a tu casa. "
"Magda...", intestaste hablar . "Cállate, por favor" , te pedí, "yo me quedaré un rato".
Cuando ya te habías vestido, evitando mirarme, te volviste hacia mí. Te sonreí. "Se acabó el juego", sentencié. Callaste de nuevo. Me besaste. Te fuiste mordiendo la boca.
Llamé a recepción. "Tienen el número de algún taxi cercano?", pregunté. "Sí, si quiere se lo pedimos nosotros, para qué hora?". Por primera vez miré la pieza. Grande, linda, cama alba, rosas en el velador y una botella de champagne dentro de un balde metálico con hielo, ni siquiera abierta. En el baño una tina enorme ,de esas antiguas, y un frasco de sales al lado. "Mmm...", dije sonriendo, "para dos horas más, por favor".

10 comentarios:

  1. Me gustó.
    Pienso que hay algunos caminos.
    El desencuentro fue un sueño (1). Digamos que una fantasía al vuelo. Y la espera intacta se posterga con un par de horas. O (2): el frenesí fue tan particular que las sábanas apenas se movieron (que no los cuerpos). En cualquiera de los casos esa botella frígida quedó sumergida, qué paradoja. :) Un beso.

    ResponderEliminar
  2. Hola, primera vez que paso por acá, pero me ha gustado muchísimo lo que escribes.

    Seguiré pasando si no hay problema.

    Saludos.-

    ResponderEliminar
  3. Me encantó. Excelente. De principio a fin. Iupi.

    ResponderEliminar
  4. YO NO PODRIA HABER CRUZADO ESA PUERTA.
    J.M.

    ResponderEliminar
  5. Una tormenta, cuando volaba entre bulliciosos picaflores, nos derribó sobre unos lagares. Festejamos la lluvia con sorbos de vinos majestuosos. Medio ebrio y patizambo, me dirigí a un cyber y te leí...

    Y de gozo se llenó mi corazón por tus magníficos escritos.

    Luego, con mis camaradas picaflores y algunos pájaros carpinteros, volamos por sobre arboledas perdidas y ventisqueros: el mundo es vastísimo y de gran belleza...

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Unfortunately I can't read your post. lemme tell ya something... the pictures are really nice.

    ResponderEliminar
  7. Esos (des) encuentros se dan una sola vez en la vida. Son irrepetibles. Muy hermoso. Abrazos.

    ResponderEliminar
  8. Hay unos más lindos que otros... pero quedan marcados a fuego. Un gran abrazo

    ResponderEliminar
  9. Te vistes y te vas!!!
    A veces es necesario que pasen cosas como estas para aclarase.
    Lo bueno es no entusiasmarse y repetirlo una y otra vez..lo digo por experiencia...
    un abrazo.

    ResponderEliminar
  10. Y ese día comenzó la agonía del amor más hermoso de este mundo y de todos los mundos. En el aire se respiraba. Lo supo. Siempre lo supo. La tristeza terminó por asesinarla. Hoy yace muerta en algún parque cementerio, nadie sabe exactamente dónde.

    ResponderEliminar

Y tú, ¿qué quieres decir?