sábado, 1 de diciembre de 2007

Bestia



Hoy eres mi víctima.
Ríndete sin preguntar siquiera. Cállate antes de decir nada.
Solo asume tu derrota.
Quédate tranquilo. Es de noche y no hay más luz que el reflejo de la luna allá fuera.
Estoy reptando a los pies de tu cama.
Si detienes la respiración un momento , podrás escucharme susurrar tu nombre.
Cierra los ojos no podrás ver nada.
Me sientes. Mis garras te tocan apenas, se deslizan por tus pies.
Mis manos se apoderan de tus piernas, te buscan, te jalan.
Y puedes sentir mi calor.
Mi boca, mi lengua te tocan, te buscan. Soy ciega. Te veo con mi olfato, con mi gusto, con toda mi piel.
He tomado presa tu pelvis en mis manos. Mis dedos se hunden hasta hacerte doler.
Gimes. Te aprieto aún más.
No seas ingenuo. No te voy a soltar.
Estoy atando tus manos. Aunque sé que ya no quieres escapar.
Mi cuerpo sobre tu cuerpo. Mis piernas sobre tus piernas, mi pelvis contra la tuya, mis manos recorren tu cara, rasguñan tu cabeza, tu cuello. Mis dientes se clavan en tu cuello. Mi lengua te lame, te dibuja completo. Se hunde en tu boca. Bebo de ti, te quito la vida entera. Renuncia, renuncia, ya no puedes siquiera pelear.
Antes de entrar a tu cuerpo, a tu vida, a tu sexo.... ya eras mío.

8 comentarios:

  1. ¡Admirable!

    No existe otra belleza que la del instante del encuentro.

    ¡Corre, hermosa gacela, corre!

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  2. Retorno.

    No sé si la fotografía es de Robert Doisneau, pero tiene su estilo y me recuerda a su instantánea "Le baiser de l'Hotel de Ville" ("El beso del Hotel de Ville"). Cuando la vi tenía casi 14años. Me impactó quizá por lo reciente de mi primer beso...

    Mi polola de entonces una liceana rubia, siempre envuelta de ráfagas, parecía la princesa de los trigales; su voz era murmullo de panales y bambúes al viento...

    Una tarde de invierno nos besamos interminablemente frente al cartel de la película "Al este del paraíso", con James Dean y Julie Harris, y después caminamos bajo la lluvia por la orilla del río...

    Ma lointaine jeunesse, oú est ton éclat? (Mi lejana juventud, ¿dónde está tu fulgor?).

    Un abrazo.

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  3. Me siento tan vieja algunas veces y tan triste otras y tan oscura la mayoría de ellas, sin embargo siempre radiante. Aunque sea por angustia. El fulgor no se pierde. Menos el tuyo mentacato y bien lo sabes.

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  4. Rubén....
    lo mismo pensé yo tras escribir este arrebato... vaya, todos callan.... me sonreí al leerte... yo pensé que el pudor era de las niñas, pero parece que los tiempos han cambiado...
    un abrazo

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  5. Después de esto... Nada que decir, sólo apreciar morbosamente la pérdida de pudor de otros (espero no convertirme en un vouyerista)

    Admirable vivir sin pudores... los míos son bien bipolares... a veces se pierden y me desnudan, y otras tantas me enrostran en la cara mi debilidad...

    Algo de pudor siempre existe, pero la mayoría de las veces se pierde bajo las sábanas y en la oscuridad de la noche...

    Desde el otro lado del muro...

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  6. Hermosa prosa, como debe de ser, sin tapujos, sin ir mas alla, simplemente equilibrada, excelente.
    Y aparte de todo esto, eres doctora? wow, mis felicitaciones.
    Sigo leyendo, y me sigo embobando, espero seguir leyendo mas.

    Saludos.

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  7. Muy bien ^.^ de donde sacatse la imagen?? :3

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