martes, 16 de octubre de 2007

Bitácora de una pirata


De niña fui una garota de pelo ondulado, amiga de Robertiño, el único negro colorín que he visto en mi vida.
Desarraigada de mi selva, mi playa y mi padre - al que mi madre dejó allá-, llegué a un Chile pacato al que nunca me ajusté. Deprimida, subí varios kilos y dejé mi pelo tipo "tío cosa", como parte de mi invisibilidad.
De adolescente fui una punkie de pelo eternamente largo, que salvaba a mis amigos-todos de Conce- de irse en la cuca por sospecha.
Caí en anorexia tras problemas familiares serios y personales fuertes. Como telón de fondo, siempre estuvo mi falta de autoestima. Cuando la talla 38 me quedó grande, mi madre me vio sin ropa y quedó la grande. Seis meses sin regla acusaban mi deterioro. Con abrazoterapia y alimentación saludable, en dos años estaba recuperada.
Ya en tercero medio, cuerpo modelado por la danza y ojos pintados a lo Abril Lavigne, mis compañeros osaron mirarme. Nunca los pesqué. Mis amores se desarrollaban frente al mar o al lado de un parlante, pero cuicos, jamás. Tenía largas conversaciones con hombre mayores (léase 18) sobre Sidharta, Kundera, Dostowesky y Sartre. Hice teatro, canto, danza, pintura.
Mi ego seguía comparable al de una mosca y mis amores eran sufridos o imposibles. Nunca me miré de verdad al espejo. Siempre tuve amigos. A pesar de su amor, había cosas en que ellos no podían apoyarme.
En la U hubo muchas personas, mujeres y hombres, con los cuales tuve lindas relaciones amistosas, pero aún nadie tocaba mi corazón. Pasaron ciudades , años, ilusiones y desilusiones, pero nunca logré sentir el cariño cierto de la amistad de una mujer.
Hasta ahora.
No critican mis errores, me abrazan si estoy triste, me cuidan si me ven perdida, me vigilan los pasos sin hostigarme. Carreteamos, jugamos, conversamos, pelamos y también nos damos espacio. Son mis amigas.
Aún me sorprende y me alegra cuando las veo interactuar cerca mío. Aún me siento algo extraña de que me quieran. Aún me siento algo amachotada. Agradezco cada gesto y me sorprende estar ahí al medio. Me averguenza si me dicen que me admiran, que recurren a mí porque confían o que me extrañan.
Acostumbrada a mirar sola el horizonte desde la proa, ahora a veces me interrumpe el ruido de unas risas a mi lado. Unas niñas traviesas que no me dejan ponerme seria y que matan porque me quite los zapatos y vaya a bailar con ellas...

7 comentarios:

  1. Hola:
    Un extraño regalo de cumpleaños me diste. Sé ke ni sikiera sabes ke estoy de cumple, se ke llegaste mas por Jodorowsky ke por mi, pero ahí estamos.
    Despues de varias experiencias fallidas, entendí ke los amigos (as) siempre están ahí, antes y despues de los pololos, amantes, carreras universitarias, etc...
    Usualmente viajo mas de 200 kilometros sólo para jutame con ellos a compartir la alegria de una cerveza...
    gracias por pasearte por mi pseudo intento de arreglar el mundo (soy tan narciso ke kreo ke puedo).
    Permiso para ponerte en mis links...
    saludos desde Dagobah.

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  2. A Alvaro:
    disfruté tanto tus textos, tus palabras y tus confidencias, que sería un honor estar en tus links...
    Feliz cumpleaños!! me alegra haber sido alegremente impertinente

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  3. Mentecato
    Sigo buceando entre tus poemas... y siempre espero uno más...gracias por venir :-)

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  4. En mi caso agradezco que te muestres tal cual eres, sin máscaras... Aún sigues buscando las razones para saber el porqué tus amigos(as) te quieren??... justamente porque eres como eres...

    Sabías tu que la flor más linda de todas es esa que crece en la adversidad???

    Desde el otro lado del muro...... me da gusto concoerte

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  5. En mi caso, debo decir que agradezco tu sinceridad y la posibilidad que le entregas al resto de mostrarte tal cual eres, con defectos y virtudes, y sin máscaras...
    Aún no conoces las razones del porque tus amigo(a)s te quieren???... justamente porque eres como eres... Qué esperas que no te sacas los zapatos y bailas junto a ellas hasta desfallecer

    A todo esto... Sabías tu que la flor mas linda de todas es esa que crece en la adversidad???

    Desde el otro lado del muro... un gusto conocerte

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  6. ¿En qué misterioso tren viajaron los amados amigos de la juventud?

    Deberíamos reencontrarnos, algún día, en París y escuchar, de nuevo, a la Doris Day; ver una vez más "Picnic", con Kim Novak y William Holden; "Arroz amargo", con Silvana Mangano y Vittorio Gassman...

    Deberíamos abrazarnos una vez más, como cada día antes de entrar a clases.

    Y aún mi corazón espera el reencuentro: desde una lejana ventana, se oye cantar a la Doris Day.

    "Cuando abra mis ojos en París, quizá en algún abril, los amigos de mi juventud vendrán a mí".

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