No sabía qué buscaba. Esta sensación de necesidad me tenía inquieta. Busqué un cigarro, pero no cedía, mastiqué mi lápiz, pero persistía.
Hasta que de pronto me di cuenta que moría por besar tu boca.
Eso era todo. Una necesidad urgente y apremiante.
Entonces, cerré los ojos y pude verte. Elegí en mi memoria uno de tus besos. Ese que quema cuando se me acerca. El que llega despacio, se detiene antes de tocarme y luego se lanza en picada y me abre los labios. Ese del que bebe mi boca, ante el cual se rinde mi cuerpo entero, ese que me posee y me atraviesa como un puñal en medio de todos mis deseos.
Y te besé con furia, hasta que doliera. Hasta que mis labios rojos, exhaustos, palpitantes, se murieran, hasta que quedaran gimiendo lastimeros, heridos y más felices que nunca, suplicando por más antes que tú, asesino, te arrepintieras.
Bravísimo!
ResponderEliminarNo hay que perdonar a ese asesino!
Vaya que me gustaron tus letras, La Peor, excelentes!
Un abrazo!
Nubes...
ResponderEliminarAmo las nubes que pasan allá lejos.
Las hermosas nubes.
ResponderEliminarBoca...
ResponderEliminarPozo de fuego y delirios...
ResponderEliminarLabios...
ResponderEliminarQue tu voz sea el mar más hermoso.
ResponderEliminarAdonde regresen los náufragos y los suplicantes.
ResponderEliminarY donde la felicidad tenga una arboladura celeste.
ResponderEliminarQué forma más intensa y dulce de morir que en un naciente y perdurable beso!!!
ResponderEliminarPero ese que describes, es sin duda el que revive los deseos...
Felicidades... hermoso!!!
Un fuerte abrazo
Estimada señorita:
ResponderEliminarPuesto que a ambos nos mueve el amor a la cultura, (he visto en su perfil que una de sus aficiones es la literatura) deseo invitarla a leer el último artículo: “María Jesús Almendro Sánchez; una escritora en ciernes”, que he colgado en mi blog. En el comento de forma breve y concisa lo difícil que es para un escritor novel abrirse camino en el mundo de la cultura nacional española.
¿Qué implica escribir?
¿Existen precios inaceptables, peajes infames a la hora de acceder el escritor, aún desconocido al escenario del reconocimiento y rechazo públicos?
Espero que mis letras sean de su agrado.
Un fuerte abrazo desde tierras canarias.
Esos besos que llegan entre la cimitarra y el viento. Abrazos.
ResponderEliminar¡Qué hermosa expresión de Fgiucich "entre la cimitarra y el viento".
ResponderEliminarLabios rojos de sandía, de verano ardiente, de lanzas gimientes...
ResponderEliminar¡Caramba, meine kleine Schwester!