Siempre me acurruco entre tus brazos. Y cruzas un brazo sobre mí. Y me aferro a tu brazo tan fuerte, para no dejarte ir. Y cada respiro tuyo, cada exhalación que das, la siento marcando la cuenta regresiva hasta nuestro final.
¿Por qué algunas cosas están destinadas a ser tan maravillosamente breves, amor, por qué?
mujer... otra vez?? bueno no te digo nada... yo también fui y volví tantas veces...y ella también fue y vino otras pocas...hoy lo intentamos de nuevo... desde todas las fuerzas y la honestidad... nos prometimos sería la ultima vez... espero para ti también exista un algo así.
ResponderEliminarabrazos.
En la brevedad se concentra el universo... no somos más que un segundo, un lapsus, un instante... de nosotros depende lo que haremos con ello.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Neruda decía: "Es tan corto el amor y tan largo el olvido".
ResponderEliminarBreve y bello como el abrazo del amor. Otro abrazo.
ResponderEliminarQuizá el saberlo breve hace que sea tan grande la pasión. Quizá.
ResponderEliminarUn beso.
¡Qué delgada lágrima es la noche!
ResponderEliminar¡Qué infinitas noches pueden caber en una delgada lágrima!
ResponderEliminarMe aferro a una delgada lágrima y cae la noche.
ResponderEliminarNuestro final es un susurro, una delgada lágrima o quizá la noche.
ResponderEliminarYo adoro como tú ese tipo de abrazos y cuando suceden tengo esa misma sensación...
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