viernes, 28 de junio de 2013

Una parada en el camino



No puedo seguir escribiendo. Tengo las manos y el alma llenas. Debo a cada capítulo de mi historia, las verdades que he ido develando en el camino. Y cada día soy menos y al mismo tiempo tanto.
Ya no soy yo sola, sino el mundo entero. Y tú, que vas a mi lado, gracias a la vida, también.
He de agradecerles tanto. A mi querido mentecato que creyó en mí cuando yo no lo hacía, a Carmen por su hermanadad secreta, a Susana por su poder femenino intenso, a Cassandra por sus pasiones, a Fernando que se nos alejó tras despedirse con un abrazo eterno...a cada uno de ustedes que me visitaron.
Aún no cerraré la puerta, pero creo que guardaré los recuerdos y aprendizajes luego, para transformalos en pequeñas estrellas que me guiñen desde el cielo.
Un gran gran abrazo...

jueves, 12 de julio de 2012

Las olas



El amor se nos mueve en mareas, se desborda y se retrae con la intensidad de la luna.
Noches tranquilas de mar alta y la lluvia que cae o el frío que azotay sigues estando allí.
Se me turba el corazón de días que pasaron, de noches que no tuvimos, de espera contenida
y renuncias varias. La culpa que no borramos, la costumbre de los años, la dulce indiferencia,
que nunca es tal y nos engañamos. Pulsan las imágenes que alguna vez se grabaron en mis
ojos. Tu cuerpo desnudo a rayas bajo la luz de el faro grande que atravesaba tus persianas
entreabiertas. El frío de la noche en que te toqué por vez primera y tu lengua bautizó cada uno
de mis vírgenes-aún- rincones. Tu llanto entrampado en la culpa. El auto en la berma de la
calle con nuestros cuerpos desatados. La soledad del abandono y la plenitud de sentirme
a tu lado. Siempre miro y quien toma mi mano cuenta una historia por donde me voy
dibujando. Yo he sido, yo soy. Con tanta fuerza que ni el más bravo de los mares.
Con tanta insistencia que ni la más tenaz de las tormentas. Yo soy. En mareas. Yo respiro.
Yo palpito, sangro, bebo, lloro, corro, grito y río.  Y el amor...va y viene con la marea.

miércoles, 27 de junio de 2012

Señor mío



Qué poder de velas en medio de altamar, tienen tus ojos, amor mío. Guían mi barca con más fuerza que el más luminoso de los faros, rugen más fuerte que el mar, me toman, me mecen y no me sueltan por nada.
Feroces vigilantes de mi corazón embravecido, se llenan de mis palabras en las noches y hacen temblar mi cuerpo entero.
Qué fueza tienen tus ojos negros, amor mío, son dos pozos profundos donde caigo sin miedo.
Amado mío, mi mar, mi faro, mi barca y tus ojos bravíos...
Gracias por nunca dejarme ir.


Me agarré de unos versos tuyos, Fernando, para estas letras. Gracias por la inspiración.

miércoles, 20 de junio de 2012

Hoguera


Ay Piel!, bésame , tócame, agárrame entre tus dientes de bestia.
Desátame porque me he guardado tanto, sube los dragones a mi espalda,
cúbreme de espinas que repten desde mis pies, desenrédame el alma,cálmame un rato.
Tus manos, tus manos, tu cuerpo caliente...mientras me tocas nacen rosas rojas en mi
cintura, se alborotan peces en mis caderas y te tomo entre mis brazos largos, gigantes,
hasta que desapareces.
Soy yo el fuego...eres tú mi excusa, el Dios supremo de mis hogueras, las noches de cielo
estrellado que cobraban vida con tus letras,la risa entre cerros y valles, el fantasma que ronda
mi boca.
Soy yo el sueño de siempre, la mano que toma tu pierna, los ojos asombrados y tú...
el que mostraba el mundo entero.
Ay Piel!,caracolas y rugidos de la mar allá fuera, las olas quemándonos los pies y
aquella verdad tan guardada, que todavía brilla...en tu sonrisa.

miércoles, 13 de junio de 2012

Pequeña

No me abandones nunca, pequeña. Ya llevas toda la vida siguiéndome con tus ojos vigilantes, no te vayas
a rendir. No es justo que un alma tan grande tenga un corazón tan frágil como el tuyo. Pero aquí están mis manos, mis hombros, mis piernas, úsalos si te pueden servir.
No me abandones pequeña. Cuando naciste no entendía que serías tú quien me protegería a mi.
Llevo en mis pasos los tuyos, no hay recuerdo mío sin tu ceño fruncido, sin tus torcidas rodillas
siguiéndome por ahí...
Ni se le ocurra, señorita! mire que antes que de su madre y su padre, antes que de su esposo,sus perros
o nadie... fuiste mía. En tu risa fui tu payaso, en tu cansancio fui tus piernas, en tus miedos fui tu guardiana.
Soy tu amiga, tu hermana, tu madre. Confidente y consejera.
Ni se te ocurra estar sin mi. Ni irte antes.Ni dejarme aquí.
Pequeño pajarito de grandes ojos negros y corazón frágil,que no pudo volar. No es hora de partir.

sábado, 22 de octubre de 2011

sábado, 30 de abril de 2011

Dolor


Tu dolor desgarró la cínica tranquilidad en la que caminábamos hasta ese día.
Tuve tanto miedo de que todo este edificio enorme que habíamos levantado fuera una gran mentira. Tuve tanto miedo y sentí como el pasado susurraba en mi oído, deleitado.
De pronto me sentí empujada muy lejos, mientras tú desatabas tus heridas. Quedé sola, hundida en un vacío enorme, que me pareció ya conocía.
No quise abrazarte, atontada de dolor, de soledad anticipada. 
Callaste.
Yo seguí andando.
Ambos rumiando el dolor que nos habíamos provocado.
Me tomaste.
Nos abrazamos en silencio.
Buscamos nuestras miradas e hicimos el amor, desesperados.
Amor, en tus ojos desolados reconozco algo mío.
Sin todo el dolor vivido no sería quien soy ahora.
No valoraría mis alegrías.
Y así como hoy nos dolimos,
si espero aquí a tu lado, veré como amanece radiante el nuevo día. 
Aquí estaré, con luz u obscuridad, con mi mano pegada a la tuya, 
desbarrancándonos juntos o buscando la salida,
mirando el amanecer o en noches doloridas.
No me voy a ningún lado.
Porque el dolor es tan necesario como la vida misma.
Aquí estoy, amor.